Un joven
colaborador de nuestro Centro ha adquirido, por un importe inferior a lo que
cuesta una entrada para un espectáculo teatral o una corrida de toros, este
óleo sobre tabla que nos trajo para conocer nuestra opinión.
Aunque
su estado de conservación es deficiente y se impone una limpieza que revelaría
detalles ahora ocultos, nos ha interesado especialmente, dado que por las
características del vestido y el tocado que luce (casi imperceptible) es
posible datarlo en una época determinada.
Nos ha
recordado las imágenes de la infanta Catalina Micaela, hija de Felipe II, o de
su madre Isabel de Valois, sobre todo porque en los retratos conservados de
ambas, lucen un collar de chatones que se parece mucho al que lleva la
desconocida joven de la obra adquirida.
Podría
tratarse de otra dama de la época, pero una joya de esa calidad no estaba al
alcance de cualquiera, por lo que merecerá la pena realizar un estudio más
detallado, tras su limpieza y, en cualquier caso, representa una incorporación
de interés al patrimonio de nuestra ciudad que merecería la pena que, en algún
momento, pudiera llegar a ser de disfrute público.
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