lunes, 4 de febrero de 2019

El Festival Terras sem sombra dio comienzo a su XV edición


         Entre las grandes iniciativas culturales de Portugal destaca el Festival Terras sem Sombra del que nuestros lectores tienen noticia, ya que hemos tenido ocasión de asistir, en el pasado, a alguna de sus sesiones y, por otra parte, nuestro Centro viene colaborando modestamente con él, traduciendo al castellano los textos que nos proponen.

         Impulsado por el Dr. José António Falcão, Director General del Festival, con Sara Fonseca, como Directora Ejecutiva (ambos muy queridos en nuestra ciudad) y D. Juan Ángel Vela del Campo, al frente de la Dirección Artística, el festival reúne, junto a sus excelentes conciertos, una serie de actuaciones encaminadas a dar a conocer los recursos culturales y naturales de esa hermosa zona de Portugal, así como a sensibilizar a las comunidades locales en torno a la necesidad de salvaguadarlos. Por eso, cada concierto se acompaña de una o varias acciones-piloto de voluntariado para la puesta en valor del patrimonio y la protección de la biodiversidad, con la participación de los intérpretes, del público y de las comunidades que recorre el festival.




         Este año, el país invitado al festival es Estados Unidos y, con este motivo, el pasado mes de enero fue presentado en Washington, contando con la presencia del Rancho de Cantadores de Aldeia Nova de S. Bento, una extraordinaria agrupación que interpreta el cante alentejando, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2016, el cual nos impresionó cuando tuvimos la oportunidad de escucharlos por vez primera.




         Se presentaron en el Millenium Stage do Kennedy Center, siendo retransmitida su actuación en directo por el canal de TV de la institución y no dudaron en posar sobre la nieve que, en esos momentos, cubría la capital estadounidense.




         Este año, por vez primera, el festival llega a tierras españolas, con actuaciones en las localidades extremeñas de Valencia de Alcántara y Olivenza. Por ese motivo, fue presentado también en Madrid, en Biblioteca “Eugenio Trías”, y en el stand de Extremadura de FITUR, en un acto presidido por el Director General de Turismo de la Junta de Extremadura D. Francisco Martín Simón, en el que intervino el Director General del Festival José António Falcão que estuvo acompañado por Vitor Silva, de la Agencia de Promoción del Alentejo.


El pasado 26 de enero el festival dio comienzo con la actuación en Vila de Frades del Spelman College Glee Club, bajo la dirección musical de Kevin Johnson y con Brittney E. Boykin al piano. Este grupo constituye un referente en la tradición coral de Georgia, con especial dedicación a los espirituales tradicionales y a las obras de compositores afro-americanos de nuestro tiempo. Varias generaciones de jóvenes han dedicado su tiempo, su talento y su energía a esta formación musical georgiana.




El día 25, en Vidigueira fue mostrado a los asistentes el ciclo de elaboración del pan, algo que ya forma parte del Patrimonio Cultural. Allí se conserva viva la tradición de la fabricación artesanal del pan. Fueron mostrados los secretos de las diferentes fases de la preparación de este noble alimento, así como su importancia para la vida comunitaria, su uso gastronómico y otras dimensiones patrimoniales que le están asociadas y se han ido transmitiendo de generación en generación.




         Y como actividad relacionada con la Biodiversidad se programó una visita al dispositivo instalado en la presa de Pedrógão para facilitar el paso de los peces, minimizando el efecto barrera de esta infraestructura, permitiendo la conectividad entre el Guadiana y alguno de sus afluentes. También se pudieron observar los tipos de pesca que aún se practican, aguas abajo del Guadiana, así como las márgenes de ese río donde aún perduran refugios de vida salvaje.



         Brillante arranque de un festival que este año conmemora el 550 aniversario del nacimiento de Vasco de Gama y que, además, otorga unos premios que, en su categoría de Patrimonio Cultural, recayó el año pasado en la Fundación Santa María de Albarracín, cuya laudatio fue encargada a nuestro Presidente.

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