lunes, 11 de febrero de 2019

El Moncayo ayer


         Aunque por la tarde llovió, el día amaneció soleado en Borja mientras el Moncayo se encontraba cubierto por una capa de nubes. A pesar de ello, Enrique Lacleta decidió llegar, hasta donde fuera posible, con el fin de efectuar un reconocimiento del estado de la nieve, dado que se está preparando una ascensión invernal a la cima protagonizada por un grupo de nuevos escaladores. Empresa que no es tan sencilla como a primera vista pudiera parecer.





         Hasta el Santuario de la Virgen no encontró dificultades y, en el transcurso de la mañana, fueron llegando bastantes personas con niños que se animaban a lanzarse con sus deslizadores de plástico por las improvisadas pistas de su entorno.



         Más arriba la situación era diferente, dado que las nubes ya cubrían el monte haciendo imposible la ascensión a cotas más elevadas.





         Por ese motivo, inició un recorrido transversal hacia el collado Bellido, por lugares en los que la visibilidad aún era buena, aunque con la presencia, cada vez más abundante de nieve.




         Así, hasta un punto en el que la niebla y el fuerte viento reinante hacían imposible proseguir, dando la sensación de encontrarse en lugares propios de otras latitudes.





         De su recorrido nos trajo bonitas imágenes del acebo brotando y de esos arroyos que surgen en el monte, alimentados por la nieve acumulada, que luego irán a nutrir los acuíferos del valle.





         Ya de regreso se detuvo junto a Trasmoz, cuya silueta se recortaba en el monte oculto por las nubes mientras, a su lado, comenzaban a crecer los trigos y los almendros estaban ya florecidos.

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