Los
medios de comunicación difundieron ayer la noticia de que el escritor Javier
Sierra se había alzado con el último Premio Planeta por su novela El fuego invisible. La noticia de la
concesión de este importante galardón, por el que felicitamos al vencedor,
vuelve a poner de actualidad el artículo que publicamos el pasado 28 de
septiembre, con el título “El Centro como talismán”, en el que poníamos de
manifiesto la curiosa circunstancia de que muchas personas que habían
participado en actividades del Centro de Estudios Borjanos se habían hecho
acreedoras a importantes distinciones o habían alcanzado los más altos grados
académicos. Al final, incluimos irónicamente el comentario de que “si esta
racha se mantiene y algunos de los escritores que aquí han presentado sus
libros, se alza con el Premio Nobel (cosas más difíciles se han visto), el
número de posibles colaboradores hará necesario arbitrar medidas de regulación
de las colas formadas a las puertas de la Casa de Aguilar”.
No ha
sido el Nobel sino el Planeta, que es casi tan importante, el que ha recibido
Javier Sierra que, en 2014, estuvo en la Casa de Aguilar presentando su obra La pirámide inmortal, dentro del ciclo “Conversaciones
con el autor” que patrocina la Excma. Diputación Provincial.
Evidentemente,
se trata de una casualidad, pero no deja de ser sorprendente el hecho de que,
una vez más, se produzca una feliz coincidencia que viene a reforzar ese
carácter de “talismán” de nuestro Centro.
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