Hace
unos días informamos sobre el inicio de las obras de restauración de la ermita
del Sepulcro de Borja. Recientemente, Enrique Lacleta ha realizado un amplio
reportaje del exterior del edificio, aprovechando la circunstancia de haberse
retirado el enlucido de sus muros, lo que permite apreciar el estado previo y,
especialmente, la técnica utilizada en su construcción.
La
patología que presentaba este pequeño monumento puede apreciarse en alguna de
las imágenes: grietas estructurales en sus muros, así como en los pilares de sujeción
del pórtico y un deterioro evidente en la cubierta, a pesar de que hace algunos
años se actuó sobre ella, rehaciendo la cumbrera.
Se
puede apreciar también la forma en que fueron levantados los muros de
mampuesto, mediante franjas cajeadas con una pequeña capa de argamasa.
En
esta pared se aprecia el antiguo vano, tabicado con ladrillo moderno que
constituía el acceso a la casa del ermitaño, una pequeña construcción adosada
al edificio que fue derribada hace varios años, a raíz de haber sido utilizada
para robar en el interior del templo.
En
esta otra imagen puede apreciarse la rampa que ha sido construida para
facilitar el acceso a la ermita que, hasta ahora, se efectuaba a través de una
empinada senda.
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