viernes, 21 de diciembre de 2018

Más de 1.000 personas en el belén viviente de Santa Ana



         La cifra del titular constituye un cálculo prudente, dado que llegamos a contar a más de 900 personas entre asistentes que, unidos a todos los alumnos del colegio que participaron en la representación, la superan con creces, lo que constituye un claro exponente del éxito de una representación que, por la hora en la que tuvo lugar, no nos es posible ofrecer imágenes de calidad ni del numero público congregado en el campo de deportes del colegio ni del desarrollo de un acto muy bien organizado, con buenos textos, excelente ambientación y coreografías (porque las hubo) bien planificadas y ejecutadas por los más pequeños.






         La representación constó de dos partes bien diferenciadas. En la primera se fue relatando la vida cotidiana en la Palestina del comienzo de nuestra era y su situación política. Allí estaba el gobernador romano y sus habitantes de los que se fueron describiendo sus trajes, sus costumbres y los principales oficios que desarrollaban.



         Todo cambió cuando un sinfín de pequeñas y rutilantes estrellas hizo su aparición en el campo como anuncio del acontecimiento que iba a marcar la Historia: El Nacimiento del Salvador. Los pequeños se movían con agilidad de una a otro lado, provistos de lucecitas que, en la oscuridad, constituían todo un espectáculo.



         El edicto imperial ordenando la realización de un censo provocó la llegada a Belén de San José, abrazando con cariño a la Virgen embarazada que, en compañía de otros viajeros buscaba albergue donde cobijarse.




         El rechazo en las diferentes posadas a cuyas puertas llamaron, que se hizo patente desde las ventanas del propio colegio les llevó a ese humilde portal en el el que vino al mundo nuestro Salvador.




         Una multitud de ángeles hicieron entonces su irrupción para invitar a los pastores a acudir con sus regalos al portal. Preciosa coreografía con una adecuada música que, como hemos señalado, no pudimos reflejar en imágenes, dado que las únicas fotografías de mediana calidad que conseguimos, coincidieron con el paso fugaz de los focos que se movían incansables de uno a otro lugar.




         Finalmente llegaron los Reyes Magos, guiados por la estrella, para adorar al Niño de cuyo Nacimiento habían tenido conocimiento. Una calurosa ovación premió a los numerosos intérpretes, procedentes de muy diversas localidades de nuestra zona, que junto a sus profesores participaron en esta magnífica puesta en escena del Belén viviente.






         Después se repartió a todos patatas asadas y vasos de vino a las personas adultas, como colofón a una fiesta entrañable que aún continuó con la actuación del Coro del Colegio en el Polideportivo del mismo, como se anunció en una proyección sobre la fachada de un edificio contiguo.

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