En el
archivo del Centro de Estudios Borjanos se conserva esta antigua fotografía que
a muchas personas les costará identificar y que tiene un interés especial, dado
que en ella aparece la antigua Casa Consistorial de Ainzón, con el paso a la
cuesta de San Andrés a su derecha.
Este
modesto edificio ofrecía la particularidad de tener en su fachada dos escudos
de armas, probablemente los de la villa. Uno es que se observa entre los dos
balcones, timbrado con corona real. Pero, sobre la puerta, advertimos otro que
es imposible identificar.
El
edificio fue derribado a mediados del pasado siglo para levantar la actual Casa
Consistorial que, desde luego, no tiene nada que ver con la anterior.
Pero
la fotografía ofrece otros detalles interesantes. En el edificio de la
izquierda hemos señalado con dos flechas rojas la hermosa yesería que
enmarcaban la puerta de medio punto que daba acceso al mismo. Por entonces, la
yesería ya había sido parcialmente destruida para abrir la pequeña ventana que
hay entre las dos flechas. Esta casa era la de los abades de Veruela, señores
de Ainzón y, a la vista de estos restos debía tener otros elementos
destacables.
El
edificio se ha conservado y sobre el moderno zócalo aún sobresale la rosca de
la portada de acceso. Pero lo más llamativo es que sobre la misma se puede
apreciar una franja de ladrillo picado, precisamente en el lugar donde se
encontraba la yesería a la que hemos hecho referencia.
Es una
pena que las indudables mejoras que se han ido produciendo en nuestras
localidades no hayan sido más cuidadosas con el Patrimonio Cultural de cada una
de ellas. Aquí estamos señalando la desaparición de un elemento decorativo como
eran esas yeserías, pero cabe preguntarse acerca del destino final de las
piedras armeras de la fachada de la Casa Consistorial que, en ese caso, estaban
ya protegidas como “monumentos nacionales”.
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