viernes, 3 de abril de 2020

Un portaviones con coronavirus en una antigua isla española


         Estos días los medios de comunicación han difundido una noticia preocupante, en el portaviones norteamericano USS Theodore Roosevelt (CVN 71) se ha desencadenado un brote de coronavirus que ha afectado, en principio, a más de 100 de su dotación y le ha obligado a entrar en puerto, en la isla de Guam, mientras su comandante solicitaba al Almirante Jefe de la VII Flota la adopción de medidas inmediatas para contener su propagación.




         El USS Theodore Roosvelt es el cuarto portaviones de propulsión nuclear de la clase Nimitz. Construido en los astilleros Newport News Shipbuilding Co, fue botado el 27 de octubre de 1984. Con una eslora de 332,8 metros y una manga de 76,8, tiene un desplazamiento de 106.278 toneladas a plena carga. Puede transportar 90 aeronaves, entre aviones de ala fija y helicópteros. A los 4.000 hombres que integran su dotación hay que sumar otros 1.000 aproximadamente de la fuerza aérea embarcada.

         No se han facilitado datos precisos sobre el número de hombres que, en estos momentos, viajaban a bordo. Lo que sí se sabe que, cuando apareció el brote epidémico, se encontraba en aguas de Vietnam en misión operativa. Allí pudieron contagiarse y, tras detectar los primeros casos y su rápida propagación, fue enviado a la isla de Guam.





         En las últimas horas se han sucedido los comunicados contradictorios, debido a que, inicialmente, las autoridades navales se mostraban reacias a ordenar una evacuación. Hay que tener en cuenta que aunque en Guam existe una importante base naval, se trata de una isla muy pequeña, de 544 kilómetros cuadrados y algo más de 150.000 habitantes en 19 localidades que no cuenta con instalaciones sanitarias suficientes y plazas hoteleras.
         Por otra parte, el problema se ha planteado en una de las principales unidades de la fuerza naval de la US Navy, en misión operativa, lo que implica especiales medidas de confidencialidad que, en este caso, se han visto sobrepasadas por la actuación de su comandante que, entre cosas, se quejado de que, como ocurre en España, los tests que le fueron enviados no permiten evaluar la realidad de los hombres afectados, por tratarse de los llamados tests rápidos.
         Al final se ha optado por ordenar una evacuación progresiva, comenzando con los 1.000 primeros hombres, aunque se ha señalado la necesidad de mantener una parte de la dotación a bordo para mantener la seguridad del reactor nuclear que utiliza para su propulsión y para las misiones de seguridad interior y mantenimiento.
         Nada de ha dicho de la Carrier Air Wing 11 (la fuerza aérea embarcada) que, en parte, podría ser transferida a otros lugares.
         Hasta Guam han sido enviados especialistas médicos de la US Navy y se estudia la posibilidad de instalar un hospital de campaña, sin que en el momento de redactar esta nota se conozcan detalles más precisos.


         Pero, al margen de destacar la incidencia del virus en el despliegue operativo de un país tan importante como Estados Unidos, lo que queríamos recordar es que la isla de Guam, donde ha entrado el portaviones fue durante siglos una isla española que pasó a poder de los Estados Unidos como consecuencia de los acuerdos de París que pusieron fin a la guerra hispano-norteamericana de 1898.
         Por ese motivo, dedicaremos otro artículo a la historia de ese territorio que, como otros muchos, olvidados por buena parte de nosotros, hicieron del Pacífico el “lago español”, como llegó a ser denominado.

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