domingo, 31 de octubre de 2021

Justo Blasco y el Reina Regente

         Ya que hoy dedicamos un recuerdo especial a la Armada, queremos hacer referencia a una de las mayores tragedias protagonizadas por uno de sus buques, el hundimiento del crucero Reina Regente, debido a que el músico borjano Justo Blasco intervino en el funeral de Estado que se ofició por las almas de las víctimas.

         El Reina Regente era un crucero protegido que había sido construido en Inglaterra, donde botado en 1887. Con 97,30 metros de eslora y 15,40 de manga tenía un desplazamiento de 5.620 toneladas. Su armamento principal estaba constituido por cuatro cañones González Hontoria de 240 mm, aunque también contaba con seis de 120 mm. y otros seis de 57 mm. El peso de las piezas de mayor calibre y su ubicación pudieron ser determinantes para su pérdida.


         Porque, el 10 de marzo de 1895, cuando regresaba de Tánger a donde había conducido a una embajada del sultán de Marruecos, desapareció en el transcurso de un fuerte temporal poco después de haber zarpado en demanda del puerto de Cádiz.

         Al parecer, el crucero se fue por ojo con sus más de 400 miembros de la dotación de los que jamás se supo nada. El único superviviente fue un marinero que había quedado en Tánger, como consecuencia de una borrachera y el perro del barco que apareció flotando en aguas del Estrecho.

         Durante muchos años la pérdida de esta importante unidad estuvo envuelta en el misterio pues se desconocía incluso el lugar de la tragedia. No hace mucho, sus restos fueron localizados en cabo Trafalgar por una expedición rusa, pero la noticia no fue excesivamente divulgada a la espera de una investigación más minuciosa.



         La tragedia causó un enorme impacto en la opinión española. Hasta esos momentos era la mayor de la Armada, tan solo superada después por el hundimiento del crucero Baleares y el transporte Castillo de Olite, ambos en el transcurso de la Guerra Civil.

         En la basílica de San Francisco el Grande de Madrid se ofició un solemne funeral, presidido por D. José María Cos y Sancho, arzobispo-obispo de Madrid-Alcalá (el título de arzobispo lo era ad personam). La oración sagrada corrió a cargo de D. Jaime Cardona Tur, obispo de Sión y Vicario General Castrense.


         La prensa de la época al reflejar las honras fúnebres destacaba la actuación de la orquesta que, bajo la dirección del maestro Zubiarre, interpretó varias obras. Entre ellas “el Dies Irae, del insigne compositor A. Thomas, que cantó magistralmente el Sr. Blasco”. Se trataba de nuestro paisano, entonces bajo de la Capilla Real que guardó este recorte en su álbum personal.

     


 
         Hubo también funerales en todos los Departamentos Marítimos. En el de Cartagena fue editada la oración fúnebre pronunciada por el Teniente Vicario General de la Armada D. Mariano Medina y Romero. De Ferrol conocemos la esquela del que tuvo lugar en la iglesia castrense de San Francisco el día 23 de mayo.


         Y, en relación con Justo Blasco, D. Isidro Chueca nos ha remitido la partitura de su villancico a dos voces “El sueño del Niño”, con acompañamiento de órgano, una de las muchas obras que compuso y que estamos reuniendo. Ofrecemos a continuación el texto de ese villancico que hemos visto recogido en varios repertorios:

         Entre pajas descansa mi esposo celestial,

         que no me lo despierten, que dormido está.

         Déjame Niño hermoso de tu amor disfrutar

         y al lado de tu cuna mis pecados llorar.

 



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