sábado, 16 de octubre de 2021

Castillo de Portillo

         El castillo de Portillo, al que hoy vamos a referirnos, está situado en la localidad vallisoletana del mismo nombre y su aspecto actual responde a las reformas efectuadas por el IV conde de Benavente cuando lo recibió en donación del rey Enrique IV.


         Pero, anteriormente, había pertenecido a diversos señores, entre los que destaca el condestable D. Álvaro de Luna, que fue hecho prisionero allí para ser ejecutado en la plaza Mayor de Valladolid.


         De la casa de Benavente, pasó después a la de Osuna, aunque en algún momento no determinado se hizo con su propiedad el Ministerio de la Guerra que, cuando se encontraba ya muy deteriorado, lo sacó a subasta en 1865.

         Curiosamente lo adquirió el párroco del Arrabal de Portillo, uno de los dos núcleos de población de la localidad donde está situado el castillo. A su muerte, fue vendido a diversos propietarios, pero a comienzos del siglo XX era de D. Juan del Río.


         D. Juan era el padre de D. Pío del Río Hortega (1882-1945). Nacido en Potillo, fue discípulo de D. Santiago Ramón y Cajal y uno de los más destacados histólogos españoles de todos los tiempos que, hasta en dos ocasiones, fue propuesto para el Premio Nobel. Su ideario izquierdista le llevó a fundar en 1933 la Asociación de Amigos de la Unión Soviética y, durante la Guerra Civil, salió de Madrid acompañando al Gobierno hasta Valencia, pero muy pronto decidió huir de España. Estuvo en París, Oxford y, al inicio de la II Guerra Mundial, marchó a la Argentina donde desarrolló una ingente labor científica. Falleció en Buenos Aires en 1945. Al morir, dejó este castillo del que era entonces propietario a la Universidad de Valladolid, en la que había cursado la carrera de Medicina.



         Con la colaboración de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, sigue manteniéndolo la universidad y es posible visitar su interior, donde se mantiene en pie la torre, aunque solo se conservan restos de buena parte de las antiguas dependencias palaciegas de la fortaleza.




         Bajo el patio central hay una estancia desde la que accede, por una escalera de caracol a un pozo de más de 30 metros de profundidad que surtía de agua a los habitantes del castillo.



         La parte mejor conservada en la torre del homenaje a la que se accede desde el adarve, como es habitual en este tipo de fortificaciones. Han sido varias las iniciativas planteadas, desde que el castillo es propiedad de la Universidad de Valladolid, para proceder a una recuperación integral con el fin de darle un fin cultural adecuado, pero hasta el momento, sólo la colaboración de los voluntarios de la Asociación de Amigos de los Castillos ha hecho posible las labores de mantenimiento y la visita a su interior.



         Hemos encontrado muy pocas imágenes del interior de la torre, habilitada como espacio expositivo y en la que se dedica un recuerdo a D. Pío del Río Hortega, hijo ilustre de la localidad.


         El castillo es, asimismo, escenario de conciertos y otros actos culturales organizados por diferentes instituciones, como las “Veladas Musicales” de la Diputación de Valladolid.




         Otros eventos destacados son la recreación histórica “Portillo Medieval” o la Feria de la Artesanía y el Ajo que tienen lugar todos los años.





 





 

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