Ambel
volvió a celebrar el Día de Todos los Santos, con arreglo a una arraigada
tradición que consiste en el rezo del Santo Rosario desde la iglesia parroquial
hasta el cementerio, recorrido engalanado con las calabazas iluminadas que
niños y mayores colocan sobre las bodegas.
Este
año estuvo filmando todo el proceso el académico D. Eugenio Monesma, al que
tuvimos la oportunidad de saludarle previamente en Borja y nos comentó el
interés que tenía de dejar testimonio de esta bonita costumbre de Ambel en uno
de los excelentes documentales que produce.
La
verdad es que el espectáculo que ofrece tan elevado número de calabazas y la
variedad de su diseño resulta sumamente llamativo, como puede apreciarse en
estas fotografías que nos ha remitido la Concejala Dª. Paula Trívez Herranz.
Después,
todas las calabazas se trasladan a la plaza de San Miguel, donde el jurado
constituido al efecto, otorga premios a las tres más llamativas que, en esta
ocasión, resultaron ser las que aparecen en estas imágenes con los que las
realizaron.
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