jueves, 6 de diciembre de 2018

Declaraciones de Patrimonio Cultural Inmaterial III


         Proseguimos esta serie con otras cuatro declaraciones aprobadas en la reciente reunión del Comité Intergubermanmental para la Protección del Patrimonio Cultural Inmaterial celebrada en los últimos días de noviembre, en isla Mauricio y que son las siguientes que afecta a aspectos muy variados y, en algunos casos, sorprendentes.





Control de los riesgos de aludes. El control de los riesgos de aludes es un quehacer tan sumamente importante de las poblaciones alpinas de Suiza y Austria que ha llegado a configurar parte de su identidad cultural. En efecto, todos los inviernos tienen que hacer frente a la amenaza que entrañan estos fenómenos para las comunidades locales y los turistas, así como para los medios de comunicación y las infraestructuras vitales. Como la región de los Alpes está densamente poblada, estos derrumbamientos masivos de nieve constituyen un gran motivo de preocupación y responsabilidad colectivas para sus habitantes. Desde siglos atrás, los montañeses han venido acopiando todo un acervo de conocimientos empíricos, han elaborado planes de prevención y control de riesgos y han aplicado diversas prácticas culturales para precaverse del peligro de los aludes. Hoy en día, siguen implementando y adaptando sobre el terreno todas las técnicas y conocimientos tradicionales de los que son depositarios, complementándolos con el uso de instrumentos de medición modernos y de una cartografía de riesgos específica. Arraigado en el comportamiento diario de las comunidades alpinas, este elemento del patrimonio cultural hace hincapié en la importancia de la solidaridad cuando se producen situaciones críticas. La evaluación de los riesgos de desencadenamiento de aludes exige un conocimiento profundo de la naturaleza, y más concretamente de la índole de los terrenos, de los tipos de nieve, de las condiciones meteorológicas y del historial de las anteriores avalanchas. Ese conocimiento se transmitía antes oralmente, pero hoy se ha establecido un procedimiento dinámico que une el saber empírico a la experiencia práctica: los conocimientos adquiridos se transfieren desde los hallazgos de la ciencia a la práctica, y desde las experiencias in situ a la investigación científica. A todas las personas interesadas se les ofrecen numerosos cursos de formación, así como la posibilidad de tener acceso a fuentes de información muy diversas: manuales, sitios web, medios de información, exposiciones, listas de verificación y boletines de noticias sobre aludes. Candidatura presentada por Austria y Suiza.



Cultura épica, leyendas y músicas tradicionales vinculadas a la epopeya de Dede Qorqud/Korkyt Ata/Dede Korkut.  La cultura épica y las leyendas y músicas populares vinculadas al mítico sabio anciano llamado “Dede Qorqud”, “Korkyt Ata” o “Dede Korkut” tienen su raíz en trece piezas musicales tradicionales, así como en doce cantares de gesta, relatos y cuentos heroicos que se han transmitido de generación en generación por conducto de narraciones orales, artes escénicas, códigos culturales y composiciones e interpretaciones musicales. En todos los episodios, su legendario protagonista, el juicioso trovador “Dede Qorqud”, prodiga mensajes y explicaciones de gran sabiduría sobre las tradiciones relacionadas con el nacimiento, el matrimonio y la muerte de los seres humanos. En las piezas musicales, el instrumento llamado kobyz reproduce los paisajes sonoros de la naturaleza, imitando por ejemplo el aullido del lobo o el canto del cisne. Además, esas piezas están estrechamente vinculadas a la temática de los relatos épicos que acompañan. Este elemento del patrimonio cultural no sólo vehicula valores sociales, culturales y éticos –el heroísmo, las virtudes del diálogo, la importancia del bienestar físico y espiritual, la unidad entre las personas y el respeto de la naturaleza– sino que también transmite conocimientos profundos sobre la historia y la cultura de la comunidades de habla túrquica. Practicado y preservado por las comunidades interesadas en ocasiones muy diversas –eventos familiares o festivales nacionales e internacionales– este elemento está bien arraigado en la sociedad y cumple la función de vínculo entre las distintas generaciones. La candidatura ha sido presentada conjuntamente por Azerbaiyán, Kazajstán y Turquía.



Dondang Sayang. El arte tradicional malayo denominado “Dondang Sayang” lo siguen practicando en el estado costero de Melaka cuatro grupos de población: los malayos, los baba nyonya, los chitty y los portugueses. Este arte consiste en interpretar canciones y melodiosas rimas poéticas al son de violines, gongs, tamboriles y timbales. Las comunidades entonan esas canciones, denominadas “baladas amorosas”, para expresar sentimientos de afecto y prodigar consejos sobre cuestiones como los amoríos y la generosidad. En el siglo XV, en tiempos del sultanato de Melaka, este arte musical y vocal se interpretaba solamente durante las ceremonias y acontecimientos celebrados en el palacio de los soberanos, pero posteriormente se fue difundiendo entre la población. Conforme a la tradición, las representaciones van acompañadas de música, así como de canciones y poemas compuestos en cuartetos que interpretan un hombre y una mujer sumamente versados en la declamación de poemas. Todas las personas, sean cuales sean su edad, profesión, condición social y creencias religiosas, pueden participar en las representaciones de este elemento del patrimonio cultural que transmite mensajes positivos y permite compartir sentimientos afectuosos, alegrías y penas, reforzando así los vínculos que unen a las comunidades. Las representaciones de este arte tradicional se celebran con regularidad, y tienen lugar sobre todo con motivo de reuniones, festejos y festivales. Además, se organizan numerosos programas, cursos y actividades culturales para las personas que desean practicarlo y perfeccionarse en su ejecución. Candidatura presentada por Malasia.




El alarde de caballos y camellos.  El alarde de caballos y camellos tiene lugar en muchas regiones de Omán. Los días de su celebración, la poblaciones acuden a los hipódromos para admirar las demostraciones de jinetes y camelleros que ponen de relieve la destreza de los osmaníes en el trato y doma de estos animales. Estos espectáculos van acompañados por expresiones artísticas tradicionales, como la recitación de poemas antiguos. Un alarde comienza con la presentación de figuras clásicas de la doma: obligar a los animales a tenderse en el suelo, montarlos manteniéndose en pie sobre ellos, galopar a toda velocidad agarrado de la mano de otro jinete o camellero, etc. Luego, los caballos y camellos desfilan con gualdrapas y hermosos jaeces de plata. Elementos del patrimonio cultura nacional en las zonas rurales y urbanas, los alardes acompañan las fiestas religiosas y nacionales, así como otros muchos acontecimientos de la vida social del país, y son un vivo reflejo del gran conocimiento que los osmaníes tienen de los animales y de la estima que sienten por elllos. En los alardes participan tanto hombres como mujeres y su celebración ofrece una oportunidad a los artesanos y músicos tradicionales para hacer gala de su talento profesional. Con motivo de la celebración de diversos eventos sociales, las comunidades locales organizan alardes en los que participan los jóvenes. Algunas organizaciones de la sociedad civil también desempeñan un papel esencial en la transmisión de las prácticas y conocimientos vinculados a este elemento del patrimonio cultural, y también hay grupos ecuestres que enseñan a los estudiantes universitarios a conocerlo y a practicar la equitación. Candidatura presentada por Omán.

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