Los
elementos que hoy comentamos son muy variados, dado que incluyen desde
tradiciones religiosas a teatro, junto con manifestaciones musicales y fiestas
populares.
Khon,
teatro tailandés danzado con máscaras. El “khon”, teatro tailandés danzado con
máscaras, es un arte escénico integrado por una variada serie de expresiones
culturales: músicas vocales e instrumentales, coreografías, elementos
literarios y rituales, e incluso conocimientos y prácticas artesanales. Los
actores, ataviados con trajes esplendorosos, interpretan canciones, tocan
instrumentos y ejecutan gráciles pasos de danzas para representar algunos de
los múltiples episodios gloriosos de la epopeya del heroico Rama, avatar del
dios Visnú que trajo al mundo la justicia y el orden. Por ejemplo, el largo
periplo de Rama en la selva de su exilio, las hazañas de su ejército de simios
y su combate contra las huestes de Thosakan, el rey de los gigantes. El “khon”
ha sido durante siglos un arte elitista cultivado y mantenido por las cortes
reales de Siam/Tailandia, pero en cuanto obra teatral puede ser representada y
disfrutada por intérpretes y espectadores de todos los medios sociales. Este
elemento del patrimonio cultural tienen una gran importancia didáctica porque
contribuye a fomentar el respeto por las personas de más edad y sabiduría,
reforzar el sentimiento de mutua dependencia entre los dirigentes de un grupo y
los miembros de éste, rendir homenaje a las personas meritorias y celebrar el triunfo
del bien sobre el mal. Tradicionalmente, la transmisión de este arte escénico
se efectuaba en las cortes de reyes y príncipes, o por intermedio de maestros
de ballet. Hoy en día se transmite principalmente en centros docentes, pero
ajustándose siempre a los métodos clásicos de aprendizaje. Para garantizar la
continuidad el “khon”, se está realizando una labor coordinada consistente en
la adopción de medidas como la creación de clubes de interpretación para atraer
a las generaciones más jóvenes. Candidatura presentada por Thailandia.
La
romería de Zapopán: ciclo ritual de La Llevada de la Virgen.
Celebrada el 12 de octubre de cada año, la romería en honor de la Virgen de
Zapopán es una tradición religiosa y cultural cuyo origen se remonta al año 1734.
Ese día finaliza el ciclo anual del ritual popularmente conocido como “La
Llevada de la Virgen”, que comienza en el mes de mayo y comprende numerosas
actividades de carácter litúrgico y comunitario. Al cerrarse ese ciclo, se
celebra el regreso de la Virgen a su basílica de la localidad de Zapopán con
una romería festiva en la que participan más de dos millones de personas. Una
de las principales características de este evento es la presencia masiva de
diversos grupos de bailarines de comunidades indígenas. El ritual de “La
Llevada” y sus actividades conexas atraen a enormes muchedumbres y convierten
las calles y espacios públicos en una gran fiesta comunitaria, acompañada de
expresiones artísticas diferentes que son producto de una elaboración colectiva.
A lo largo de todo el año el planeamiento de este evento descansa en una
estrecha interacción de diversas comunidades, lo cual propicia la renovación y
el fortalecimiento de los vínculos sociales anudados entre ellas. Gracias al
continuo apoyo de las comunidades a la romería, este elemento del patrimonio
cultural se ha convertido en uno los más populares y arraigados del oeste de
México. Agrupados en asociaciones civiles y eclesiásticas bien organizadas, los
depositarios y practicantes del elemento han garantizado con éxito su
supervivencia hasta la fecha. Candidatura presentada por México.
Las
Parrandas de la región central de Cuba. Las Parrandas, que
tuvieron lugar por primera vez el año 1820 en el municipio de Remedios, son
fiestas celebradas hoy en día por dieciocho comunidades de la región central de
Cuba durante los últimos meses del año en su mayoría. Dos partes o barrios de
un mismo municipio preparan a lo largo de todo el año una competición cultural
que tiene lugar la noche de celebración del festejo. Ambos competidores cuentan
con “espías” que tratan de desvelar las sorpresas preparadas en secreto por sus
rivales para esa noche. Esta festividad comprende una gran variedad de
expresiones culturales: diseño y fabricación de carrozas, indumentarias y
réplicas de monumentos; composición de canciones y preparación de coreografías;
fuegos artificiales; y elaboración de elementos decorativos como faroles,
estandartes y emblemas con los colores de cada barrio competidor. Todos los
habitantes de las dieciocho comunidades interesadas, sin distinción de sexo,
edad, origen, medio social, profesión y religión participan en las diversiones.
El engalanamiento de monumentos y la creación de réplicas de éstos, así como de
carrozas, son una asombrosa demostración de la imaginación y creatividad que
poseen los grupos de parranderos para reintepretar y recrear sucesos e
historias mediante imágenes, luces y colores de gran originalidad. Los
conocimientos tradicionales vinculados a este elemento del patrimonio cultural
se combinan constantemente con técnicas modernas, por eso Las Parrandas son
siempre un evento tradicional y contemporáneo a la vez. Candidatura presentada
por Cuba.
Međimurska
popevka, música vocal folclórica de la región de Međimurje.
La “međimurska popevka” fue en el pasado un género artístico practicado
principalmente en solo por mujeres. Hoy en día la interpretan tanto hombres
como mujeres, en grupo o individualmente. Se canta a una o varias voces al son
de instrumentos o sin ellos, y también se puede interpretar como pieza
exclusivamente instrumental o para el acompañamiento de danzas. Los temas de
las letras de las “popevkas” tienen una importancia considerable, ya que en
función de ellos estas canciones se clasifican en amorosas, nostálgicas, tristes,
humorísticas y religiosas. Los depositarios más activos de este elemento del
patrimonio cultural son fundamentalmente miembros de sociedades y asociaciones
culturales y artísticas muy antiguas, pero los cantantes solistas desempeñan
también un importante papel en este ámbito porque la tipicidad de la “popevka”
estriba en una interpretación llena de matices individualizados. Esta música
vocal se practica en privado, solitariamente, y con motivo de numerosos eventos
sociales celebrados en la región de Međimurje o fuera de ella: reuniones
familiares, fiestas comunitarias o profesionales, ceremonias religiosas y
representaciones artísticas. La mayoría de los habitantes de la región escuchan
y aprenden “popevkas” a lo largo de toda su vida en múltiples ocasiones, y
frecuentemente acuden o son invitados a tomar parte en su composición e
interpretación, así como en representaciones. Hoy en día, hay unos cincuenta
cantantes que dominan con maestría este arte y poseen la capacidad necesaria
para transmitir los elementos clásicos del mismo, enriquecidos con sus propias
expresiones personales. Las mujeres desempeñan con frecuencia la función de
tutoras en la transmisión de esta práctica musical a las nuevas generaciones.
Candidatura presentada por Croacia.
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