sábado, 8 de diciembre de 2018

Declaraciones de Patrimonio Cultural Inmaterial V


         Los elementos que hoy comentamos son muy variados, dado que incluyen desde tradiciones religiosas a teatro, junto con manifestaciones musicales y fiestas populares.

Khon, teatro tailandés danzado con máscaras.  El “khon”, teatro tailandés danzado con máscaras, es un arte escénico integrado por una variada serie de expresiones culturales: músicas vocales e instrumentales, coreografías, elementos literarios y rituales, e incluso conocimientos y prácticas artesanales. Los actores, ataviados con trajes esplendorosos, interpretan canciones, tocan instrumentos y ejecutan gráciles pasos de danzas para representar algunos de los múltiples episodios gloriosos de la epopeya del heroico Rama, avatar del dios Visnú que trajo al mundo la justicia y el orden. Por ejemplo, el largo periplo de Rama en la selva de su exilio, las hazañas de su ejército de simios y su combate contra las huestes de Thosakan, el rey de los gigantes. El “khon” ha sido durante siglos un arte elitista cultivado y mantenido por las cortes reales de Siam/Tailandia, pero en cuanto obra teatral puede ser representada y disfrutada por intérpretes y espectadores de todos los medios sociales. Este elemento del patrimonio cultural tienen una gran importancia didáctica porque contribuye a fomentar el respeto por las personas de más edad y sabiduría, reforzar el sentimiento de mutua dependencia entre los dirigentes de un grupo y los miembros de éste, rendir homenaje a las personas meritorias y celebrar el triunfo del bien sobre el mal. Tradicionalmente, la transmisión de este arte escénico se efectuaba en las cortes de reyes y príncipes, o por intermedio de maestros de ballet. Hoy en día se transmite principalmente en centros docentes, pero ajustándose siempre a los métodos clásicos de aprendizaje. Para garantizar la continuidad el “khon”, se está realizando una labor coordinada consistente en la adopción de medidas como la creación de clubes de interpretación para atraer a las generaciones más jóvenes. Candidatura presentada por Thailandia.




La romería de Zapopán: ciclo ritual de La Llevada de la Virgen. Celebrada el 12 de octubre de cada año, la romería en honor de la Virgen de Zapopán es una tradición religiosa y cultural cuyo origen se remonta al año 1734. Ese día finaliza el ciclo anual del ritual popularmente conocido como “La Llevada de la Virgen”, que comienza en el mes de mayo y comprende numerosas actividades de carácter litúrgico y comunitario. Al cerrarse ese ciclo, se celebra el regreso de la Virgen a su basílica de la localidad de Zapopán con una romería festiva en la que participan más de dos millones de personas. Una de las principales características de este evento es la presencia masiva de diversos grupos de bailarines de comunidades indígenas. El ritual de “La Llevada” y sus actividades conexas atraen a enormes muchedumbres y convierten las calles y espacios públicos en una gran fiesta comunitaria, acompañada de expresiones artísticas diferentes que son producto de una elaboración colectiva. A lo largo de todo el año el planeamiento de este evento descansa en una estrecha interacción de diversas comunidades, lo cual propicia la renovación y el fortalecimiento de los vínculos sociales anudados entre ellas. Gracias al continuo apoyo de las comunidades a la romería, este elemento del patrimonio cultural se ha convertido en uno los más populares y arraigados del oeste de México. Agrupados en asociaciones civiles y eclesiásticas bien organizadas, los depositarios y practicantes del elemento han garantizado con éxito su supervivencia hasta la fecha. Candidatura presentada por México.



Las Parrandas de la región central de Cuba. Las Parrandas, que tuvieron lugar por primera vez el año 1820 en el municipio de Remedios, son fiestas celebradas hoy en día por dieciocho comunidades de la región central de Cuba durante los últimos meses del año en su mayoría. Dos partes o barrios de un mismo municipio preparan a lo largo de todo el año una competición cultural que tiene lugar la noche de celebración del festejo. Ambos competidores cuentan con “espías” que tratan de desvelar las sorpresas preparadas en secreto por sus rivales para esa noche. Esta festividad comprende una gran variedad de expresiones culturales: diseño y fabricación de carrozas, indumentarias y réplicas de monumentos; composición de canciones y preparación de coreografías; fuegos artificiales; y elaboración de elementos decorativos como faroles, estandartes y emblemas con los colores de cada barrio competidor. Todos los habitantes de las dieciocho comunidades interesadas, sin distinción de sexo, edad, origen, medio social, profesión y religión participan en las diversiones. El engalanamiento de monumentos y la creación de réplicas de éstos, así como de carrozas, son una asombrosa demostración de la imaginación y creatividad que poseen los grupos de parranderos para reintepretar y recrear sucesos e historias mediante imágenes, luces y colores de gran originalidad. Los conocimientos tradicionales vinculados a este elemento del patrimonio cultural se combinan constantemente con técnicas modernas, por eso Las Parrandas son siempre un evento tradicional y contemporáneo a la vez. Candidatura presentada por Cuba.




Međimurska popevka, música vocal folclórica de la región de Međimurje. La “međimurska popevka” fue en el pasado un género artístico practicado principalmente en solo por mujeres. Hoy en día la interpretan tanto hombres como mujeres, en grupo o individualmente. Se canta a una o varias voces al son de instrumentos o sin ellos, y también se puede interpretar como pieza exclusivamente instrumental o para el acompañamiento de danzas. Los temas de las letras de las “popevkas” tienen una importancia considerable, ya que en función de ellos estas canciones se clasifican en amorosas, nostálgicas, tristes, humorísticas y religiosas. Los depositarios más activos de este elemento del patrimonio cultural son fundamentalmente miembros de sociedades y asociaciones culturales y artísticas muy antiguas, pero los cantantes solistas desempeñan también un importante papel en este ámbito porque la tipicidad de la “popevka” estriba en una interpretación llena de matices individualizados. Esta música vocal se practica en privado, solitariamente, y con motivo de numerosos eventos sociales celebrados en la región de Međimurje o fuera de ella: reuniones familiares, fiestas comunitarias o profesionales, ceremonias religiosas y representaciones artísticas. La mayoría de los habitantes de la región escuchan y aprenden “popevkas” a lo largo de toda su vida en múltiples ocasiones, y frecuentemente acuden o son invitados a tomar parte en su composición e interpretación, así como en representaciones. Hoy en día, hay unos cincuenta cantantes que dominan con maestría este arte y poseen la capacidad necesaria para transmitir los elementos clásicos del mismo, enriquecidos con sus propias expresiones personales. Las mujeres desempeñan con frecuencia la función de tutoras en la transmisión de esta práctica musical a las nuevas generaciones. Candidatura presentada por Croacia.

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