sábado, 1 de diciembre de 2018

La Virgen de Gañarul en su ermita


         D. Manuel Giménez Aperte nos ha remitido esta fotografía de la Virgen de Gañarul cuando se veneraba en su ermita. La habíamos publicado ya en nuestro blog, en un artículo aparecido en 2012, dedicado al Patrimonio conservado de la ermita, tras su abandono y saqueo. La reproducimos de nuevo en estos momentos en el que están ya muy avanzadas las obras de restauración de ese monumento mudéjar.




         El artículo al que hemos hecho referencia apareció con motivo de la donación efectuada al Centro de Estudios Borjanos, por D. Juan Lajusticia Medina de la peana sobre la que se encontraba la imagen y que conservamos en la Casa de Aguilar.




         Esta preciosa imagen medieval que participó en la exposición organizada durante la I Semana de Borja en Zaragoza, en 1969, regresó a Agón tras una dilatada estancia en otra ciudad del obispado y, tras su restauración, se venera actualmente en una capilla, construida para ella, en la iglesia parroquial de esa localidad.



         También en 2012 dimos noticia de algunas obras que antaño se encontraban en el interior de la ermita y que conservaba D. Cesáreo Oliver Monteso, ya fallecido, el cual las pudo retirar antes del expolio, con permiso de las autoridades eclesiásticas.
D. Cesáreo era biznieto de Dª Pelagia Bea y Huguet de Resaire, de la ilustre familia de los Bea que fueron, a partir de lo primeros años del siglo XVIII, propietarios de ese “coto redondo” que, desde el siglo XIV, había pertenecido a los Cerdán.

Eran tres las obras que tenía en su poder. Una de ellas este lienzo de la Virgen del Rosario representada siguiendo un modelo iconográfico habitual, con Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Siena a sus pies. En torno suyo se disponen una serie de tondos, entre motivos vegetales, representando los distintos Misterios del Rosario.




Las otras eran dos sargas que representan la Anunciación. En una de ella aparece la Virgen orando de rodillas, mientras que en la otra figura el arcángel San Gabriel, llevando en su mano izquierda el ramo de azucenas.




         También nos facilitó datos sobre la forma en que fue robada la lauda sepulcral que había en la ermita, así como del lugar donde se conservaba en 2012, relacionado con la persona que había actuado como receptador del bien saqueado. Es una pieza de gran interés, dado que en ella aparecen las armas que, como entonces señalábamos, pudieron pertenecer a algún miembro de la familia de los Cerdán.

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