miércoles, 27 de mayo de 2020

El origen de la devoción a la Virgen de la Peana


         Anda estos días ocupado el Dr. D. Alberto Aguilera Hernández, entre otras líneas de investigación, en estudiar todo lo relacionado con la construcción, en el siglo XIX, de la capilla donde se venera a la imagen de Ntra. Sra. de la Peana, Patrona de ciudad de Borja, con resultados de extraordinaria importancia, tanto en lo relativo al origen del actual retablo como al “baile” de otros que fueron cambiados de ubicación con motivo de las decisiones adoptadas en aquellos momentos.

         Esperamos ofrecer más información cuando dispongamos de los resultados definitivos. Pero, en el curso de sus trabajos, ha encontrado otros datos también interesantes, como el de un precedente de la colonia de Borja en Zaragoza, que abordaremos mañana.




         Cuando, con ocasión del II Centenario de la Virgen, publicamos Así fue su primer Centenario en 1889, ya nos preguntábamos acerca de lo que realmente estábamos conmemorando en 1989, llegando a la conclusión que, en realidad, se trataba del primer centenario de aquel “I Centenario”. Puede parecer un juego de palabras pero, en realidad, respondía a una duda razonable.



         Nos parecía sorprendente fijar el origen del culto a nuestra actual Patrona en 1789, cuando la existencia de su imagen está datada desde el siglo XVI, siendo una obra de gran calidad y belleza que puede depararnos sorpresas respecto a su autoría. Parecía increíble que hubiera que esperar a finales del siglo XVIII para que los borjanos volvieran sus ojos hacia ella como especial intercesora, a pesar de lo que nos han contado.




         Pero, entre los testimonios encontrados por el Dr. Aguilera nos ha llamado la atención una crónica publicada en la prensa zaragozana en mayo de 1897 (lamentablemente no sabemos en qué periódico).
         Habían transcurrido ocho años desde el I Centenario y el articulista menciona que ese año 1789, supuesto origen de la devoción “correspondía al XII centenario de la conversión del rey Recaredo” que, como muchos recordarán tuvo lugar en 789, cuando el monarca visigodo abjuró del arrianismo, siguiendo los pasos de su hermano San Hermenegildo, ejecutado por su padre Leovigildo, por defender la fe católica.
         No sabemos si el dato respondía a un adorno de erudición del autor de la crónica, pero tanta coincidencia en este asunto de los centenarios es algo a tener en cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario