viernes, 26 de marzo de 2021

El significado del cráneo y la ceniza

         Inmediatamente después del paso de la Muerte desfilan dos personas con el hábito de la cofradía de las Almas, una de las cuales porta un cráneo humano y la otra un plato con cenizas a las que señala constantemente con su dedo índice derecho.



         La presencia de un cráneo humano real y de las cenizas no deja de ser sorprendente para algunas personas que ya habían quedado impresionadas con ese paso de la muerte que les precede.

         Recientemente, con ocasión del Miércoles de Ceniza, recordamos lo que querían representar que no era otra cosa que la fugacidad de la vida: todos terminaremos como ese cráneo, mientras que la ceniza recuerda la frase que pronunciaba y puede seguir pronunciando el sacerdotes al imponerla sobre la cabeza o en la frente de los fieles, antes del ofertorio en la celebración eucarística de ese miércoles en el que arranca la Cuaresma: “Pulvis eris et in pulverem reverteris” (polvo eres y en polvo te convertirás).


         Algún año hemos visto que, en lugar de la bandeja, las cenizas se llevaban en una copa de cristal cerrada, posiblemente para evitar la acción de viento aunque, en ocasiones, también se ha recurrido a cubrirlas con papel de celofán transparente. Lo que es incorrecto era colocar en ese grupo una tercera persona que llevaba una cruz. 


 

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