lunes, 29 de marzo de 2021

Las cuatro partes del mundo

 

         Al referirnos a los estandartes de las Doce Tribus de Israel comentábamos que, con su presencia en el Entierro de Cristo, se quería poner de manifiesto en sentido universal del Misterio de la Redención y este mismo significado tienen los cuatro estandartes que representan a otras tantas partes del mundo: África, América, Asia y Europa. Son cuatro y no cinco ya que, cuando fue creado el Entierro de Cristo, Oceanía aún no había adquirido carta de naturaleza como nuevo continente.



         Son llevados por miembros de la cofradía de San José, aunque en su origen y hasta su desaparición era la cofradía de las Llagas la que los tenía a su cargo. Estos estandartes se colocan, a la llegada al Campo del Toro, en cada uno de los ángulos del tablado en el que se deposita el arca para ser sellada, recalcando ese sentido universal al que antes hacíamos referencia.


         En el anverso de cada estandarte está pintada una figura femenina que pretende representar al continente respectivo y, bajo ella aparece una cuarteta cuyo texto invita a la reflexión de quienes los leen. En el caso de África, la joven de tez oscura viste túnica verde y se protege con un quitasol rojo que sostiene con su mano izquierda mientras posa la derecha sobre la cabeza de un pequeño elefante. En la parte posterior de cada estandarte figuran también algunos objetos que pretender ser representativos de cada parte del mundo. Los de África son brazaletes y collares. Este es el texto de la cuarteta:

 

         Con profunda reverencia

         adoro la majestad

         que la envidia y crueldad

         dio muerte con violencia.


         En el estandarte de América la joven viste túnica roja y de toca con una cimera de plumas, llevando en la mano un arco y a la espalda el carcaj con las flechas. Al dorso, un arco y una lanza. En la cuarteta dice:

 

         Mira y considera atento

         lo que debes a este Dios

         que en el Calvario con pena

         en un madero murió.


         En el de Asia, la joven viste túnica roja con manto verde y se cubre la cabeza con un turbante rematado con corona mural. Al hombro lleva lo que parece ser un arco con sus extremos en punta de flecha. Por detrás, dos incensarios humeantes. El texto dice:

 

         Tras el cadáver sagrado

         al sepulcro llegaré

         y con dolor seguiré

         la vía que ha consagrado.


         En el caso de Europa para el que no hemos encontrado una foto que lo refleje con nitidez, la joven viste armadura con casco y cimera, llevando en la mano un cetro. En la parte posterior del estandarte aparece la cabeza de un caballo blanco, siendo el texto de la cuarteta:

 

         Con que ya quedaste libre,

         alégrate pecador

         que el amor llegó a lo sumo

         de este amante corazón.


         Detrás de las partes del mundo marchaba la Cruz Parroquial de Santa María, flanqueada por cirios. Como era costumbre en Aragón pendían de ella cordones y borlas negras. Tras ella marchaba el cabildo en pleno y el clero de la ciudad. En esta antigua foto aún podía verse a dos sacerdotes con roquete y muceta, tras esa cruz rodeada de monaguillos. 



         En la actualidad la Cruz desfila por delante de las Partes del Mundo. No es su lugar ya que el clero precedía al arca. Desaparecido el negro de la Liturgia, las borlas y cordones que penden de ella son rojas, propios antiguamente de las fiestas de mártires. Algunas veces la hemos visto acompañada de monaguillos o monaguillas pero suele ser más frecuente que desfile sola, dado que el número de sacerdotes ha quedado reducido a la mínima expresión y ni siquiera se puede completar el terno que presidía el cortejo.





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