viernes, 12 de marzo de 2021

Cuando las carreteras eran paseos

         D. José Luis Garde Murillo nos ha enviado esta fotografía en la que aparece su madre sentada en la carretera de Maleján cuando todavía era un paseo arbolado, aunque en el momento de realizarse la fotografía ya habían sido sometidos a una fuerte poda, pues los de más edad los recordamos formando una gran bóveda verde.


         Desde finales del siglo XVIII existían en Borja unos paseos que aparecen reflejados en el plano realizado por D. Francisco Coello en 1853. Hemos señalado con una flecha en verde el de la “Vuelta Espiolla” que terminaba en el camino del Molinillo, pues no existía la actual carretera, siendo el acceso a Maleján por el llamado Camino Viejo. Otro paseo arbolado era el de la Florida cuyo nombre ha perdurado en la urbanización construida allí. También estaba el Paseo de la Carrera que iba desde el de la Florida hasta el hospital, continuando en dirección al cementerio y, por el otro lado hacia Ainzón.


         Ocurrió, sin embargo, que cuando se trazaron las nuevas carreteras se decidió utilizar esos paseos y así el de la Florida se convirtió en la carretera a Cortes; el de Ainzón en la carretera a Rueda, que fue la primera en construirse y los de Magallón y Espiolla en la actual N-122. En este caso, al principio se plantaron árboles (los de la primera foto) pero, a mediados del siglo XX, fueron desapareciendo todos, por motivos de seguridad para el tráfico y para permitir ampliar las carreteras. Apenas conservamos imágenes de aquellos paseos, aunque las habrá, salvo en el caso del Paseo por excelencia que existía donde ahora está el dedicado a Valentín Ruiz Aznar y junto a la estación del ferrocarril.


         Queremos recordar que, cuando se decidió talar todos los árboles que jalonaban las carreteras el entonces Alcalde de Ainzón se resistió a esa medida, logrando durante algún tiempo que se conservaran en la travesía de la localidad, como muestra esta antigua fotografía.


La mayor parte de ellos terminaron despareciendo pero, curiosamente, aún se conservan algunos, siendo el único lugar donde hay árboles en el mismo borde de una carretera.


         

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