Dentro
de la serie dedicada a los árboles más destacados de nuestra zona, Pedro
Domínguez Barrios nos envía estas imágenes de los magníficos ejemplares de
chopos que se conservan en el Santuario de Misericordia de Borja.
Mucho
antes de que se repoblara la Muela Alta con pinos, existían en el Santuario
árboles autóctonos que, con las múltiples fuentes que allí había, lo convertían
una zona de especial atractivo, elegida como lugar de reposo por personas
llegadas desde los más diversos lugares.
Entre
los chopos existen, algunos de ellos pertenecen a la especie Populus nigra, álamo negro o chopo
negro, como el que se encuentra en la plaza del Santuario. Es de gran
envergadura a pesar de que resultó dañado por la acción de un rayo.
Los
daños producidos que pueden verse en la fotografía superior, han sido evaluados
recientemente por expertos y existe el propósito de someterlo al
correspondiente tratamiento.
También
son álamos negros los que se encuentran en los paseos que conducen a la plaza,
donde en el pasado hubo algunos árboles monumentales ya desaparecidos.
Aún
quedan ejemplares de tamaño considerable como este situado en las proximidades
del bar o el ubicado en la propia carretera.
En otros casos se trata de árboles
pertenecientes a la especie Populus alba,
el álamo común o chopo blanco. Uno de ellos es el que se encuentra junto al
albergue de Juventud, en donde estuvo la fuente de las Canales.
Mucho
antes existió allí ese magnífico ejemplar que retrató D. Baltasar González en
su obra “La jota en el Santuario”, cuando la fuente aún no había quedado
inutilizada y no se habían levantado las viviendas de los alrededores. Pero,
los árboles son organismos vivos que crecen y mueren, aunque su vida se pueda
prolongar con los cuidados adecuados, que estamos seguros recibirán los árboles
de nuestro Santuario.
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