Tras
el arca con la imagen yacente de Cristo desfila la tapa de la misma que será
sellada en el Campo del Toro y detrás viene, ahora, un gran palio negro con
ocho varales. Es un elemento tan importante que su pérdida durante la Guerra de
la Independencia fue uno de los motivos aducidos para suspender la celebración
del Entierro de Cristo.
El palio es una pieza que en la Liturgia denota respeto y su color puede ser blanco o negro. Bajo palio blanco desfila el Santísimo Sacramento en la procesión del Corpus o determinadas imágenes marianas. Bajo palio entraban en los templos determinadas dignidades eclesiásticas o civiles que tenían reconocido este privilegio. El negro es propio de la Semana Santa y bajo palio negro desfilan las hermosas imágenes de la Virgen o de Cristo en Andalucía y otros lugares.