La publicación en este blog, el 26
de marzo de 2012, de la noticia del hallazgo, por la Escuela Taller “Juan de
Arnaldín” de la Excma. Diputación Provincial de Zaragoza, de la representación
de un reloj en una tabla gótica sobre la que, posteriormente, se había pegado
un lienzo con la imagen de San Antón, el interés despertado ha sido creciente,
especialmente tras el artículo recientemente aparecido en Heraldo de Aragón,
del que también nos hicimos eco.
Ahora, acabamos de recibir un
trabajo de D. Juan Antonio Ros Lasierra, Ingeniero de Caminos y Profesor Asociado
del Area de Ingeniería de la Construcción de la Escuela de Ingeniería y
Arquitectura de la Universidad de Zaragoza que, por otra parte, es un experto
gnomonista, en el que plantea la sugerente hipótesis de que no se trata de un
ingenio mecánico, como inicialmente habíamos supuesto, sino que la tabla de ese
reloj corresponde a un reloj solar clásico de esa época. Dado el interés del
mismo, reproducimos a continuación los argumentos aducidos por este prestigioso
experto:
La cara
del sol que tiene la tabla de Pozuelo de Aragón es una representación típica antigua
muy usada como motivo central en los relojes solares, por razones obvias. Otra
razón que alimenta esta hipótesis es que la cara del sol tiene la nariz
centrada en el círculo del dial de horas, lo que se hace en los relojes de sol
antiguos para que la varilla que marca las horas (gnomon) coincida con la nariz
del sol antropomórfico y no altere indebidamente el aspecto humano del mismo. A
partir de las fotos manejadas, el autor que suscribe no puede deducir con
seguridad que haya alguna marca central en el círculo del dial, donde la nariz,
para ayudar a ubicar la varilla, o que haya un agujero o restos de él con la
misma función. Las dos lunas de los dos lados del dial se sitúan donde se inicia
y termina la fase no diurna del reloj de sol, es decir, en la horizontal, correspondiendo
la parte superior del dial a la noche, y la inferior al día.