Como
ya habíamos informado, la pasada semana se desplazaron a Lyon un grupo de
borjanos con el propósito de instalar, en la basílica de Notre Dame de
Fourvière, el belén que representaba a España.
En la imagen superior puede verse a Manuel Pablo, José María Belsué y Manuel
Giménez a orillas del río Saona que, junto con el Ródano, atraviesa esta
hermosa ciudad. Al fondo, aparece la colina sobre la que se asienta la basílica
y, a sus pies, la catedral primada de Francia y el palacio de Justicia con su
columnata neoclásica.
Desde
la basílica se domina una amplia perspectiva de la ciudad. Es preciso destacar
que este templo es uno de los puntos de cita obligados para los numerosos
turistas que visitan la ciudad, así como un santuario mariano que atrae a
numerosos fieles. Según nos informaron, cada año recibe alrededor de dos
millones de visitantes.
Bajo
la basílica existe una gran cripta, dedicada a San José, en cuyo presbiterio se
vienen instalando, desde hace doce años, belenes procedentes de diversos
lugares de Europa.
El
de este año, estaba dedicado a España y los responsables de la Fundación que
gestiona la basílica lo encargaron a Borja, a través de nuestro Centro. Diferentes
carteles instalados anunciaban la procedencia de la “crèche” que es la palabra
francesa que corresponde a la nuestra de “belén”.
La
instalación del belén comenzó en la mañana del jueves 28 de noviembre, sobre
una plataforma de unos 10 metros cuadrados que era la dimensión que,
previamente, nos habían fijado. Los trabajos finalizaron a mediodía del viernes
29, merced al intenso trabajo desarrollado por todos los miembros de la
expedición.
Hay
que destacar el apoyo recibido de todos los empleados de la basílica que, en
todo momento, estuvieron pendientes de nosotros y, al mismo tiempo, prepararon
la protección de metracrilato que se dispuso en torno al belén para garantizar
su seguridad.
Por
otra parte, han sido numerosas las atenciones recibidas, durante estos días,
tanto por parte del Director de la Fundación, M. Gilles Malartre, como del
conservador del Museo de la Fourviére, Dr. Bernard Berthod, a través del cual
recibimos la invitación.
La
inauguración del belén tuvo lugar en la tarde del sábado día 30 de noviembre.
Comenzaron con una solemne misa oficiada por Monseñor Patrick Le Gal, obispo
auxiliar de Lyon y rector de la basílica. Al término de la misma, los
asistentes se trasladaron a la cripta, donde se encuentra instalado el belén.
Allí
intervino, en primer lugar, M. Philippe Demarescaux que, recientemente, ha sido
nombrado Presidente de la Fundación Fourviére y que, anteriormente, lo había sido
de la empresa Rhône-Poulenc.
Seguidamente
lo hizo D. Antonio Bellver Manrique, Cónsul General de España en Lyon, quien
resaltó la importancia de la tradición belenística en nuestro país.
El
Presidente del Centro de Estudios Borjanos leyó unas palabras en francés,
agradeciendo la invitación recibida para instalar este belén y animando a los
presentes a conocer personalmente nuestra ciudad.
Monseñor Patrick Le Gal,
en su alocución realizó una hermosa catequesis de la Navidad, a través de las
escenas representadas en nuestro belén que, previamente, había visitado
detenidamente.
Seguidamente, procedió
a la bendición e incensación del belén, invitando a los numerosas personas que habían
asistido al acto a acercarse para contemplar con detenimiento los múltiples
detalles que ofrece nuestro belén.
En
estas fotografías que fueron tomadas antes de la colocación de las mamparas de
protección puede apreciarse el resultado final del trabajo que responde al
diseño, previamente aprobado, y del que ya ofrecimos imágenes en este blog.
Para
quienes nos desplazamos a Lyon ha sido una satisfacción contribuir con nuestro
trabajo a la difusión del nombre de Borja, más allá de nuestras fronteras y,
desde aquí, queremos agradecer tanto la calurosa acogida que nos dispensaron
como los múltiples elogios recibidos.
Además,
hemos podido conocer muchos de los alicientes que encierra una ciudad que es la
tercera de Francia, en número de habitantes. Algunos de sus magníficos museos,
las calles del viejo Lyon y la belleza de su emplazamiento.
Aunque
las temperaturas eran bajas, el sol estuvo presente en muchos momentos,
haciendo más gratos los recorridos por unas calles en las que se ya se palpaba
el ambiente navideño que, en esta ocasión, tendrá también acento borjano.
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