domingo, 3 de noviembre de 2019

El Centro en la recreación de Añón


         En medio de una gran expectación se celebró ayer en Añón una nueva edición de su recreación histórica sobre la toma de posesión de su primer comendador, en la que una vez más estuvo presente nuestro Centro que, desde su inicio, viene colaborando en su desarrollo.





         Un poco después de la hora fijada hizo su entrada el comendador, siendo recibido con aplausos por el nutrido grupo de personas que se habían congregado en la plaza.



         Allí estaban animando la mañana con su música los integrantes del grupo Alam Folk, así como el Grupo de Danzas de Utebo y como protagonistas del envento “Los Lobos Negros”. Todos ellos viejos conocidos nuestros.





         Tras las palabras que, desde su estrado, dirigió el comendador, hubo una demostración de combate con armas blancas, ante la sorpresa de un ciclista que se habìa acercado a contemplar el espectáculo.






         Después de ser saludado por los representantes de Añón, comenzaron las danzas en las que tomaron parte activa el propio comendador y el justicia de la villa que dieron buena prueba de sus habilidades en la ejecución de los complicados bailes.





         Desde allí la comitiva se dirigió a la parte superior de la población en la que se alza el imponente castillo, cuyas llaves le fueron entregadas, mientras desde una ventana se desplegaba el estandarte de la orden.




         La misma ceremonia de toma de posesión se repitió antes las puertas del templo parroquial con la presencia de un número creciente de espectadores que respondieron con entusiasmo a los repetidos vítores a Añón y a la Orden.





         A continuación, se efectuó una visita guiada a ese singular monumento que es la iglesia parroquial de la Asunción, bajo la dirección del Presidente de nuestro Centro, al término de la cual se suscitó un interesante debate con algunos de los presentes, auténticos especialistas en la materia y muy interesados en el estudio y difusión de la belleza artística que encierra el templo.





         Como complemento de la recreación había sido instalado un mercado medieval y “La Rosa de los Vientos” ofreció una demostración de su colección de rapaces.





         Para los niños había talleres de pintura y otras manualidades, tanto por la mañana como por la tarde, mientras que los mayores pudieron mostrar su destreza con algunos juegos tradicionales.




         También pudimos contemplar algunos animales en el transcurso de una mañana luminosa, aunque ligeramente fresca, que culminó con la comida popular servida en el salón municipal y que estuvo compuesta por arroz y estofado de carne.






         Antes de marcharnos visitamos el campamento que “Los Lobos Negros” habían instalado en el patio de armas del castillo, donde algunos reponían sus fuerzas, mientras otros continuaban practicando, incansables, sus depuradas técnicas de combate.

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