sábado, 2 de noviembre de 2019

Notre-Dame tras el incendio


         Durante nuestra estancia en París tuvimos especial interés en conocer la situación, tras el incendio, de la catedral de Notre-Dame que habíamos tenido la oportunidad de recorrer en dos recientes visitas.




         En febrero de 2018, estuvimos allí con ocasión de la reunión de la Junta Directiva de Europae Thesauri, que se celebró en una de las dependencias de la parte superior de la catedral, cuyos tejados recorrimos en una inolvidable visita.



         Volvimos en febrero de este año, con el mismo motivo, aunque la reunión se tuvo que celebrar en un edificio anexo, dado que ya habían comenzado a instalarse los andamios en torno a la aguja central, como puede apreciarse en esta foto.





         Ahora la situación era muy diferente. No se puede acceder ni tan siquiera a la plaza, toda ella rodeada de vallas, al igual que el perímetro del templo. Donde se alzaba la aguja puede verse la amalgama formada por los andamios fundidos por el fuego que aún no han podido ser retirados. Una leve cubierta ha sustituido a la desaparecida techumbre y tres plumas la jalonan a ambos lados, sin que se advirtiera movimiento en ellas.




         Nos llamaron la atención los huecos vacíos de los vitrales de la nave central, aunque se mantienen en pie los muros y las dos torres, gracias a la actuación de los bomberos. Sin embargo, queda mucho por hacer y un duro invierno que pude agravar la situación de un monumento sobre el que todavía se ciernen riesgos muy graves. Esperamos que los trabajos previstos y la generosa contribución de muchas entidades y personas puedan lograr el milagro de que la catedral vuelva a recuperar su esplendor.

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