viernes, 13 de diciembre de 2019

Festividad de la Virgen de Guadalupe


         Ayer se celebró la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de México y Emperatriz de las Américas, de la que existe una hermosa representación en la iglesia parroquial de Maleján. Se trata de un gran lienzo, realizado en 1720 por el pintor mexicano, afincado en Sevilla, Antonio de Torres. Esta obra ha sido relacionada por el Dr. Aguilera Hernández con la figura de D. Victorián Jordán, fallecido en 1730, tras haber regresado de tierras americanas.




         En Borja, la comunidad de religiosas clarisas franciscanas, la conmemoró con especial solemnidad, dado que la mayor parte de sus integrantes llegaron, hace ya años, del antiguo virreinato de Nueva España y mantienen vivas las tradiciones de su tierra natal.



         Allí, la Virgen lucía hermosa en el oratorio de la comunidad con las rosas a sus pies y en el templo conventual, flanqueada por las banderas de España y México, rodeada por frutas y recuerdos de la tierra en la que se apareció a San Juan Diego.




         La solemne Eucaristía, celebrada a las seis de la tarde, fue presidida por D. Javier Calvillo Ruiz, durante muchos años Vicario para la Vida Consagrada. Con él concelebró D. Gerardo Martínez Ortiz, Párroco de Ariza y mexicano de nacimiento.




         Desde tierras del Aranda y de Calatayud había llegado esa extraordinaria formación musical constituida por D. César Augusto Gómez García, que tantos amigos tiene en nuestra ciudad y Dª. Asun Ágreda Mozas quien interpretó, con su portentosa voz, diversas composiciones desde “La Guadalupana”, al inicio de la celebración hasta esas “Ofrendas guadalupanas” del Ofertorio que hicieron brotar las lágrimas en muchos de los presentes.




         Junto a las personas que se dieron cita en el templo se encontraban los Concejales Dª. Ana Echave Ladera y D. Javier Madrid Sancho.




         Al finalizar, Asun Ágreda cantó la ranchera “A ti Virgencita” coreada por los presentes que le dedicaron una cariñosa ovación, por esas interpretaciones en las que se supera, año tras año.





         Después, las religiosas ofrecieron a todos los asistentes un aperitivo con productos mexicanos, de los que dieron cuenta en un ambiente cordial y distendido que puso fin a esta entrañable jornada.

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