domingo, 7 de febrero de 2021

De Borja a "Star Wars" pasando por Salillas

 

         Hubo un tiempo no muy lejano en el que una parte considerable de la población de Borja vivía en bodegas excavadas en el monte de la Corona, junto al castillo, distribuidas según su orientación en dos “barrios”: bodegas de saliente y bodegas de poniente.



         Son muy pocos los estudios publicados sobre este fenómeno al que hizo referencia el Prof. D. Eusebio García Manrique en su tesis doctoral sobre Las comarcas de Borja y Tarazona y el Somontano del Moncayo, en la que incluyó un pequeño plano de la distribución habitual de esas cuevas-vivienda.

         Para él, este recurso habitacional era una expresión de la pobreza imperante en Magallón, Ainzón, Maleján y sobre todo en Borja, localidades donde existían, aunque reconocía que, a pesar de la falta de ventilación, tenían la ventaja de mantener una temperatura uniforme en invierno y verano.

         En el Archivo Histórico Municipal se conservan dos gruesos legajos con las licencias concedidas, en la segunda mitad del siglo XIX para excavar las cuevas en el monte comunal. Muchas de ellas eran para su empleo como vivienda, por parte de jornaleros sin recursos que llegaron a Borja al socaire de la expansión del cultivo de la vid y antes de que las viñas de nuestra ciudad quedasen también arrasadas por la filoxera. Hubo también otras licencias para excavar bodegas vinarias y, en uno y otro caso, al ser el monte de dominio público, la concesión era por 99 años, razón por la cual ningún propietario de las mismas puede tener título de propiedad y si lo tiene fue conseguido al margen de lo legislado.


         D. Juan Manuel Serrano Lacaba ha sido quien nos ha recordado la importancia de todo este conjunto integrado por un número difícil de cuantificar pero que, en su opinión, superaría las 1.000 bodegas, incluyendo las excavadas en el casco antiguo.

         Ahora, está en marcha el inventario y estudio de las bodegas en cerro de Tabuenca, aunque orientado hacia las utilizadas para la elaboración del vino. No menos importante es de las destinadas a vivienda que, en el caso de nuestra ciudad, llegó a delimitar un sector de la población estigmatizado, en cierto modo, con la denominación de “bodeguero” aplicado a quienes allí residían.



         Las cuevas de Borja no son las únicas existentes en Aragón. Además de en otras localidades de la comarca, las hay también en Épila, Torrijo de la Cañada, Remolinos, Juslibol o Alacón, por citar sólo algunos ejemplos. Pero hay un conjunto de singular importancia en Salillas de Jalón que, en España, sólo tiene parangón con el de Paterna.





         Son 63 viviendas cueva que ofrecen la particularidad de poseer un patio excavado que sirve para proporcionar iluminación y ventilación a las habitaciones excavadas, pudiendo ser utilizado también como corral o incluso como “jardín”.


         Esta imagen en 3D nos ilustra sobre la distribución de este modelo habitacional, en una página del Gobierno de Aragón que, como nos señala Juan Manuel Serrano, los investigadores que las han estudiado consideran que tienen un gran paralelismo con las famosas viviendas cuevas de Matmata (Túnez), lo que podría obedecer a un origen común aunque se trata de una mera hipótesis.



         Las cuevas de Matmata se han convertido en un importante recurso turístico de Tunez, tanto por sus peculiaridades constructivas como por el hecho de que, en una de ellas, se rodó una secuencia de la primera película de la saga de Star Wars.




         Fue en la cueva, hoy convertida en Hotel Sidi Driss (conservando los decorados), donde Luke Skywalker con sus tíos en el desértico planeta sin ley de Tatooine. Allí fue donde compró el robot R2D2 y, al intentar arreglarlo, proyectó un holograma de la princesa Leia pidiendo ayuda en un mensaje dirigido a  Obi Wan Kenobi. 



         De la mano de Juan Manuel Serrano hemos dado hoy un salto desde las bodegas de Borja a las remotas galaxias, aunque el pasado y el presente coexisten también en lugares como Salillas de Jalón, donde las bodegas que hemos comentado se sitúan al lado mismo de la vía del AVE y de la estación de ferrocarril.

         Lo que nos gustaría es que este comentario sirviera para alentar el estudio de unos elementos que forman también parte de nuestro Patrimonio y de cuyo interés, posiblemente no somos plenamente conscientes. Muchas bodegas son lugares de esparcimiento para muchas personas pero nadie se ha preocupado de conservar una de ellas como vivienda homenaje a esas personas que durante más de 100 años habitaron en ellas.









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