viernes, 5 de febrero de 2021

Otro artículo sobre Marcos Zapata

         Otro nuevo recuerdo relacionado con Marcos Zapata se ha incorporado a nuestros fondos. En este caso se trata de un artículo publicado en la revista Mundo Gráfico, en el que Francisco Flores García traza una simpática semblanza del célebre poeta nacido en Ainzón.


         Francisco Flores (1844-1917) había nacido en Málaga y llegó a ser un conocido autor teatral y poeta, colaborador habitual de muchos medios de comunicación, que su ideología republicana le llevó a ejercer como Gobernador Civil de Ciudad Real en los años de la I República.



         Conoció a Zapata a finales de 1869. Ambos eran relativamente jóvenes, Zapata tenía 27 años y Flores 25. Ambos participaban de aquella bohemia tertulia del café Imperial (el otro día hicimos referencia a la del café Suizo) que estaba en la puerta del Sol, en el edificio delimitado por la calle de Alcalá y la carrera de San Jerónimo, con varias puertas que provocaban aquellas corrientes de aire que le dieron el sobrenombre de “café de las pulmonías”.

         En el artículo se mencionan los nombres de algunos tertulianos: Ceferino Tresserra, Ernesto Fernández, José Sierra, Mariano Vallejo y Senén Canido, entre otros aunque sobre todo el variopinto conjunto de jóvenes sin recursos destacaba el ingenio de Zapata que también pasó hambre y no tenía donde dormir mientras escribía su obra La capilla de Lanuza.


         Fue estrenada en 20 de marzo de 1871 y, comenta Flores, que a partir de entonces cesaron sus graves apuros. En realidad no ocurrió así, dado que es bien conocido el hecho de que, para hacer frente a sus dificultades, Zapata tuvo que malvender su obra, lo que reprochó su amigo Manuel del Palacio, al que respondió con el humor de que hacía gala con estos versos: “Oye, pedazo de tal;/ cuando no se tiene un real,/ desde Homero hasta Zorrilla, no digo yo una capilla,/ se vende una catedral”.

         Flores recuerda también otra anécdota que el ainzonero relataba con evidente exageración. Fue al llegar a La Habana, donde había obtenido un destino, cuando vio un cartel que decía “tiro al blanco” y creyendo que allí era costumbre disparar contra los que tenía la faz de ese color, quiso volver a refugiarse en el barco en el que acaba de llegar.


         Uno de los aspectos interesantes del artículo son las dos fotografías que inserta de Marcos Zapata, una de joven cuando estrenó su primera obra y esta otra, convertido ya en un venerable anciano que había dejado de escribir, viviendo del sueldo que le proporcionaba su empleo de interventor de la Casa de la Moneda, en la actual plaza de Colón de Madrid, junto a la que tenía su vivienda.

         A Flores le había confesado la semana anterior a la aparición del artículo que estaba “viviendo de descuento”, ya que no podía fumar, ni beber, ni comer aquellas cosas que le gustaban.






 

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