El reportaje que Pablo Ferrer y Laura Uranga insertaban ayer en Heraldo de Aragón, dentro esa serie que se sigue cotidianamente con gran interés, estaba dedicado a Bulbuente y, en la primera de sus páginas el guía de excepción era D. Manuel Giménez Aperte que hablaba del proyecto de rehabilitación del palacio de los abades de Veruela como establecimiento hotelero, que tras el del castillo de Grisel, es el segundo que ha llevado a cabo de manera excepcional. Con él visitaron la iglesia parroquial, donde les mostró la tabla falsificada que, en algún momento, será reemplazada por la auténtica (esperemos que sea pronto).
Manuel
Giménez es hombre que acumula muchos méritos, pero para Pablo Ferrer su mayor “título”
es el de ser “tío de Luis Zueco” el conocido escritor aragonés de Borja. Al
leerlo, vino a nuestra memoria una anécdota de los lejanos tiempos del curso
Preuniversitario que, en el primer año de su implantación tenía carácter de
preparación para la universidad y de orientación. Para ello, impartían
conferencias destacados profesionales de las distintas disciplinas. Fue un
eminente abogado zaragozano quien al estimularnos para completar nuestra formación
con tesón y dedicación, nos decía que su mayor orgullo era el haberlo logrado
con su hijo, de manera que quienes les conocían ya no hablaban del “hijo de D.
Luis”, sino del “padre de D. José”. Contaba también S. M. la Reina Dª. Sofía
que, durante una visita al norte peninsular, se encontró al pasar con dos
ancianas que estaban conversando entre ellas, cuando una se percató de la
presencia de la Reina y dirigiéndose a la otra le gritó “Mira, mira, la abuela
de Froilán”. A Dª. Sofía le hizo gracia y lo contaba entonces orgullosa de su
condición de abuela. No lo será D. Manuel pero, por lo menos, ya puede presumir
de ser “tío” de un personaje más conocido que él. Sic transit.
En la
otra página del reportaje se destaca el esfuerzo del joven apicultor David
Visús y de su pareja Laura Pertusa, responsable de la firma “La Flor del
Moncayo” que comercializa, exquisitas mieles
No
menos interesante es la referencia a los “pasetes” o callizos, un tipo de
urbanismo al que nos hemos referido en este blog en varias ocasiones y cuya importancia es extraordinaria.
Curiosamente quien los da a conocer es Jesús Baeyens que tampoco es natural de
Bulbuente, pero se ha adaptado perfectamente a una localidad con numerosos
atractivos y que muy pronto adquirirá relevancia especial. La leyenda de la
Mora Encantada; el museo de Fernando y Helena; ese supermercado maravilloso
ques “La Despensa del Moncayo”; El Mesón del Aceite con su restaurante y sus
productos que crecen, día a día; o Bubub, la empresa que elabora y comercializa
unas singulares mermeladas, son atractivos más que suficientes para acercarse
hasta Bulbuente. Ahora merece la pena; dentro de poco, su visita será
obligatoria.
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