El 25
de enero comentamos la llegada del telégrafo a Borja, merced al impulso del
Diputado D. Juan Salvador Herrando. Prometimos continuar dando noticia de la implantación
de otros servicios públicos y hoy lo hacemos del teléfono, cuya llegada a
nuestra ciudad se demoró más de lo que hubiera sido deseable.
Fue el 13 de marzo de 1915 cuando se instaló el primer teléfono en la oficina de Telégrafos en la plaza de España. Aunque se podía hablar desde allí por 75 céntimos, era más bien un teléfono de servicio, circunscrito además a las horas de funcionamiento de esa oficina que, por no ser de las calificadas como “completas” sólo estaba abierta durante seis horas.
Entonces
ya se anunciaba la creación de una red urbana, con abonados que pagarían cuatro
pesetas al mes, pero el proyecto quedó detenido convirtiéndose en una preocupación
constante para el Ayuntamiento que no cejó en sus gestiones para conseguir este
servicio.
Para ello se requería que hubiese la suficiente demanda entre la población y, en un principio, no parece que despertara mucho interés. A comienzos de 1922, las solicitudes presentadas eran ya más de 60, pero ni la estación de telégrafos ascendió de categoría ni se iniciaron las obras de la red urbana de telefonía.
Hubo que
esperar a junio de 1927 para que se anunciara el tendido de la red que se
estaba instalando a finales de ese año. El 31 de diciembre pudo inaugurarse
finalmente el servicio telefónico interurbano, procediendo el párroco a la
bendición de aparato instalado en la Casa Consistorial cuya utilidad, en
principio, no era mucha dado que no se podía establecer comunicación con todos
los pueblos del Partido, lógica aspiración dadas las relaciones entre ellos. No
fue hasta el 10 de noviembre de 1928 cuando la prensa local anunció que ya se
podía hablar con Fréscano y Mallén, las primeras localidades comarcales que
siguieron a Borja en disponer de teléfono interurbano.
Anteriormente,
el 4 de abril de 1928, Ecos del Moncayo
daba cuenta de la inauguración del Centro Urbano Telefónico, del que se había
hecho cargo Dª. Carmen Blanc. Al mismo tiempo se anunciaba el tendido de una
línea hasta el Santuario, donde ha sobrevivido el cubículo destinado a central
telefónica, aunque sin sus aparatos.
Es una
pena que no se hayan conservado ninguna fotografía de las instalaciones de
Borja (o al menos no las conocemos). En cambio sí que disponemos de esta de la
central de Mallén, que ya dimos a conocer y que nos envió la Asociación
Cultural Belsinon.
Pero
si el teléfono llegó tarde a Borja, también se retrasó mucho su automatización,
siendo pionera Mallén que dispuso de ese servicio mucho antes. No hemos podido
precisar la fecha en que se automatizó la red de Borja pero, en 1974 y 1975,
todavía había que desplazarse hasta Mallén para hablar con aquellas personas
que utilizaban la red internacional que requería un número automático.
Hemos
podido constatar a través de las informaciones publicadas en la prensa que, en
1974, llegó a Gallur; en 1980 a Vera de Moncayo; en 1981 a Agón, Alberite de
San Juan, Bisimbre y Magallón; y en 1983 a Pozuelo y Tabuenca.
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