Acaba de cumplirse un mes desde que la rotura de una cañería en la plaza de Aguilar provocó la inundación de la planta baja de nuestra sede con la destrucción de la Sala de Exposiciones y, lo que resultó ser mucho más grave, con la completa inutilización del ascensor en el que será preciso reemplazar toda la maquinaria.
Hasta
el momento, nadie se ha puesto en contacto con nosotros para tratar de aliviar
la crisis provocada. Sabemos que la empresa de mantenimiento del ascensor aún
no ha remitido a la Diputación el presupuesto de la reparación. Cuando lo haga,
esperamos que se adopten las medidas necesarias para restablecer, en el menor
plazo posible, este servicio tan necesario. Pero, si la cuestión deriva hacia reclamaciones
legales el asunto se puede eternizar.
Para lograr
que el normal funcionamiento de nuestras actividades pueda continuar
desarrollándose dentro de lo posible, hemos adoptado la decisión de instalar
una pequeña grúa en la escalera auxiliar de la Casa, cosa que se llevó a cabo
ayer.
Aunque
resulte llamativo, merced a esta improvisada solución podemos mover entre las
cuatro plantas del edificio los pesos que constantemente hay que trasladar.
Especialmente numerosas son las cajas de publicaciones propias y los libros que
diariamente nos llegan. Nosotros, por el momento, tendremos que seguir trepando
por las empinadas escaleras, de escalones más altos que lo habitual, mientras
que las personas con movilidad reducida o con alguna incapacidad física no
podrán acceder al edificio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario