El
Presidente del Centro de Estudios ha regresado de París donde, del 4 al 8 de
junio, ha asistido como observador a la IV Asamblea General de la Convención
para el Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada en la sede central de la
UNESCO.
La
reunión ha estado centrada en la aprobación de determinados puntos de las
directrices operativas para la aplicación de la convención y en problemas
derivados de la grave situación financiera por la que atraviesa la UNESCO.
En
el transcurso de las sesiones se vivieron momentos de tensión ya que, en
relación con los temas señalados, se produjo una evidente polarización entre
los estados representados. En ambos casos, las resoluciones aprobadas fueron
contrarias a las propuestas formuladas por la Secretaría, lo que no deja de ser
significativo. Hemos de señalar que la delegación española se mostró
especialmente beligerante a la hora de mantener el órgano subsidiario encargado
de estudiar las solicitudes relacionadas con la lista de Salvaguardia urgente,
una función que se pretendía transferir al órgano consultivo integrado por 6
ONG’s y 6 expertos independientes. Esa misma postura fue mantenida por los
todos los países hispanoamericanos, destacando la beligerante actitud
protagonizada por el representante de la República Bolivariana de Venezuela,
cuyas intervenciones fueron las más duras escuchadas nunca en un foro de estas
características.
La
tensión vivida fue, sin embargo, compensada por los agradables momentos vividos
en el magnífico edificio que acoge a la UNESCO, desde cuyo restaurante se puede
contemplar una hermosa vista del Campo de Marte con la torre Eiffel al fondo,
así como recorrer las exposiciones instaladas en su planta baja.
El
Centro de Estudios Borjanos fue, en esta ocasión, la única entidad española que
estuvo presente en la Asamblea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario