Siguiendo
la tradición, en la víspera de San Jorge la Ronda del Roscón volvió a recorrer
las calles borjanas. A las 22,30 horas partió de la plaza de España, frente a
la fachada de la Casa Consistorial, continuando por la calle Nueva hasta la
plaza del Mercado.
Desde
allí llegó a la plaza de Aguilar, donde se encuentra ubicada la sede de nuestro
Centro. En el magnífico balcón que preside su fachada, varias jóvenes
vinculadas al mismo, alguna de ellas ataviada con el traje regional, esperaban
con roscones la llegada de la comitiva.
Alfredo
Sánchez, provisto de una larga pértiga era el encargado de recoger los roscones
que eran lanzados desde las ventanas. En este caso, la encargada era María
Chueca, a la que debemos agradecer que lo hiciera vistiendo un hermoso traje.
El otro roscón fue arrojado, con gran estilo, por Pilar Olivares, una
investigadora y restauradora murciana que ha estado trabajando, recientemente,
entre nosotros.
Los
roscones eran depositados en unas cestas que llevaban unos niños, para
posteriormente ser repartidos entre los establecimientos benéficos de la
ciudad.
Sin
embargo, los protagonistas de la ronda fueron los miembros de la Escuela
Municipal de Jota, acompañados por otras personas llegadas de diferentes
lugares que, en cada una de las paradas, hicieron posible escuchar los sonidos
vibrantes de nuestra jota, siendo correspondidos por los aplausos de las muchas
personas que les acompañaron.
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