Al
regresar a España hemos tenido conocimiento del fallecimiento de D. Javier
Delgado Echevarría, una persona a la que profesamos un especial afecto y con la
que mantuvimos una cordial relación, especialmente con motivo de su trabajo de
investigación en la colegiata de Santa María de Borja.
Nacido
en Zaragoza el 11 de octubre de 1953, su actividad cultural se proyectó a
través de numerosas iniciativas. Con poco más de 19 años, comenzó a colaborar
en el recién fundado Andalán y, asimismo,
fundó las revistas literarias A viva voz
y Poesía en el campus, porque Javier
fue ante todo un poeta, aunque posteriormente comenzó a mostrar un interés
especial hacia la Botánica y sus representaciones en la iconografía medieval.
Sus
estancias estivales en Vera de Moncayo le llevaron a estudiar detenidamente el
monasterio de Veruela y, de ahí, surgieron dos obras importantes: Job en Veruela (1996) y El huerto de piedra (1998). De la mano
de la Profª. Lacarra avanzó del románico al gótico para dejarnos un excelente
trabajo de interpretación de la flora y la fauna en El retablo de la Seo de
Zaragoza (1999).
Fue
entonces cuando le invitamos a colaborar con nuestro Centro, mostrándole esa espléndida
obra de arte que es el frontal del altar mayor de la colegiata de Santa María.
Fascinado por lo que, para él, supuso un fascinante descubrimiento comenzó a
escribir Jardín cerrado. Flora escondida
en la colegiata de Santa María de Borja, un apasionante recorrido por ese
monumento, en el que se adentraba en el mundo del Renacimiento y del Barroco,
sin olvidar el Gótico, representado por el coro del que nos ofreció una
sugerente interpretación, así como las tablas de su antiguo retablo mayor. La
obra, publicada en 2001, tuvo una gran repercusión y abrió el camino para el
estudio de otros frontales de los que el de Borja fue un magnífico precedente.
Su
trabajo mereció el Premio de Investigación sobre Borja y su Comarca que le fue
entregado por el entonces Director de la Institución “Fernando el Católico”, el
Prof. D. Gonzalo Borrás Gualís, cuyo recuerdo también permanece entre nosotros.
Pero,
la vida de Javier Delgado ofrece numerosas facetas que abarcan desde sus
colaboraciones teatrales a su compromiso político, reflejado en su
autobiografía, que publicó la Biblioteca Aragonesa de Cultura, Uno de los nuestros. Memorias de un joven
comunista. 1969-1979.
Es
preciso destacar, asimismo, sus colaboraciones en la prensa diaria, siempre con
acertados comentarios y haciendo justicia incluso a personas muy alejadas de
sus propios planteamientos.
Por nuestra
parte, siempre recordaremos aquella entrañable llamada que recibimos cuando
visitábamos el lugar donde se celebró la conferencia de Postdam, a la que,
posteriormente, dedicó un cariñoso recuerdo en su blog.
Hoy,
al lamentar la desaparición de esa entrañable persona que fue Javier, queremos
hacer llegar a toda su familia la expresión del sentimiento de todos los que
formamos parte de este Centro, donde su recuerdo permanecerá para siempre de la
misma forma que en nuestro Diccionario
en el que lo incluimos, en su momento, dada su extraordinaria aportación al
conocimiento y difusión de monumentos tan importantes como el monasterio de
Veruela y la colegiata de Santa María.
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