lunes, 1 de febrero de 2021

Obras de José María Otero Navascués

 

         D. José María Otero Navascués (1907-1983) fue una de las personalidades científicas más destacadas del pasado siglo, cuya vinculación con Borja creemos interesante recordar. La familia Navascués, originaria de Cintruénigo se había establecido en nuestra ciudad, donde poseía un hermoso palacio en la plaza del Mercado. D. Carlos Navascués de la Sota fue Diputado a Cortes por la circunscripción de Borja y fue el creador y primer Presidente de la empresa Central de Añón S.A. cuya acta fundacional se firmó en su casa de Borja.

         Una hermana suya, Pilar Navascués de la Sota contrajo matrimonio con D. Santiago Otero Enríquez, marqués de Hermosilla, de cuya unión nacieron tres hijos: Julio, José María y Delia. Julio y Delia vivieron largas temporadas en Borja, siendo mucho menos frecuente la presencia de José María.

         En enero de 1924 había ingresado en la Escuela Naval de San Fernando, como Aspirante del Cuerpo General de la Armada. Posteriormente pasó al del Cuerpo de Ingenieros de la Armada en el que llegó a ser promovido al empleo de Contralmirante Honorario, tras su pase a la reserva.

         Pero la personalidad científica del que también fue marqués de Hermosilla, tras el fallecimiento de su hermano Julio, alcanzó especial relieve en el ámbito nacional ya que fue Presidente de la Junta de Energía Nuclear y de otros muchos organismos. También logró un destacado reconocimiento internacional materializado mediante su nombramiento como Presidente de importantes Comités.



         Hace tiempo que conservábamos en nuestro archivo alguna de sus publicaciones pero, últimamente, hemos puesto especial empeño en completarlas. Ahora, hemos conseguido el número 2 de la revista Futuro Presente que acababa de fundar Vintila Horia, dedicada a la Cibernética y Futurología, temas que le interesaban especialmente, aunque desde un punto de vista científica. Para un dossier sobre Werner Heisenberg que incluía ese número, le pidió a José María Otero una semblanza del ilustre físico.


         Werner Heisenberg (1901-1970) fue un gran físico alemán que recibió el Premio Nobel de Física en 1932 por su contribución al desarrollo de la Física Cuántica. Durante la II Guerra Mundial había trabajado en el desarrollo de la bomba atómica en Alemania siendo objeto de controversia que el proyecto no alcanzara el éxito, lo que para algunos fue debido a errores de cálculo y para otros a un deliberado intento de evitarlo.

         Otero Navascués fue alumno de Heisenberg en la universidad de Berlín-Charlottenburg y, en 1949, contactó con él en Göttingen para que accediera a formar a científicos españoles que iban a trabajar en la Junta de Energía Nuclear, lo que aceptó de buen grado.

         Invitado por José María Otero el ilustre físico viajó en varias ocasiones a España para impartir conferencias y compartir la amistad con nuestro personaje que lo definía como “prototipo del investigador, clarividente, amable, sin ambiciones personales y pensando únicamente en sus colaboradores y discípulos y en la influencia benéfica de la comunidad científica internacional en los problemas que tanto dividen hoy a la humanidad”.




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