Para conocer las tradiciones de la villa de Ambel
disponemos, por una parte, de la consueta de su iglesia parroquial y, por otra,
del trabajo que, a petición nuestra, elaboró D. Antonio Aragón con datos de
gran interés. A partir de ambos documentos hemos intentado sintetizar en varios
artículos el rico conjunto de actos que forman parte del Patrimonio Cultural
Inmaterial de la localidad.
La primera fiesta del año es la de San Antón (17 de enero)
en la que tradicionalmente se encendían hogueras a las puertas de cada casa en
las que se asaban patatas. Era una fiesta de los mozos que saltaban sobre las
brasas de las hogueras, mientras que las mozas organizaban las hogueras el día
de San Babil (24 de enero).
Pero antes que San Babil se celebra San Sebastián, Patrón de
la villa de Ambel, que contaba con cofradía propia, la cual disponía para su
mantenimiento de varias fincas, entre ellas la cañada que lleva su nombre y un
caserón en el que, posteriormente, se instaló la Casa Consistorial en una parte
del mismo, convirtiéndose en viviendas el resto. Conocido como los “graneros de
San Sebastián”, allí se almacenaban los cereales de las fincas de la cofradía.
Para acceder a la segunda planta disponía de una rampa desde la calle que va de
la plaza de la Villa a la de la Vicera, por la que subían las caballerías
cargadas con las talegas de grano.
En un promontorio, junto al llamado “corral de San Sebastián”
existió una ermita dedicada al Santo de la que, en la actualidad, apenas quedan
restos. Desde allí se bajaba su imagen hasta la iglesia parroquial, cantándose
la albada que dice:
Echar campanas a bando
que viene San Sebastián
por el camino de Luco
vestido de general.
Porque,
efectivamente, el atuendo de este busto es el de un militar con casaca,
cruzando al pecho la banda, lo que se acentúa con las charreteras que se le
colocan en los hombros.
Ambel sigue celebrando la fiesta de su Patrón, con una gran
hoguera la víspera, aunque ahora se suele trasladar al sábado más cercano,
procesión y una Eucaristía solemne, junto con otros festejos organizados por el
Ayuntamiento.
Como preludio de la Semana Santa se celebraba un triduo de
Carnaval, con exposición mayor en la parroquia. Era un acto de desagravio por
los excesos de esos días y el Miércoles de Ceniza daba comienzo en la ermita de
la Virgen del Rosario la novena al Santo Cristo de la Columna que allí tenía su
altar, aunque como señalaba el párroco en la consueta “si hace mucho frío se
celebra en la parroquia”. Los viernes
y domingos de Cuaresma se rezaba el Vía Crucis tras la Misa.
A la Semana Santa dedicaremos el siguiente artículo, dada su
importancia, pero hoy queremos dejar constancia de dos novenas que se
celebraban en Ambel. Una a la Divina Pastora, de la que se conserva allí un
hermoso lienzo con la representación de esta advocación mariana, difundida por
los capuchinos. Durante la misma, se colocaba el cuadro en el altar mayor de la
parroquia, iluminado con cuatro cirios.
No sabemos las fechas exactas en las que tenía lugar, pero
al hacer referencia a la novena de San José que era otra de las devociones de
Ambel, se indica en la consueta que “se puede dejar para después de la novena
de la Divina Pastora”.
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