Proseguimos con la reseña de los libros remitidos por la
Institución “Fernando el Católico” con Cartas
de la cárcel (1961-1967), una obra de especial significado pues, en ella,
Javier Delgado Echeverría, recopiló poco antes de su fallecimiento, las cartas
que, desde el penal de Burgos remitió Vicente Cazcarra Cremallé, el más
destacado militante comunista aragonés, del que ofrece también una síntesis
biográfica. Ha sido prologada por el Prof. D. Carlos Forcadell Álvarez,
Director de la Institución. Va ilustrada con numerosas imágenes inéditas, en su
mayor parte.
El Dr. D. Javier Ordovás Esteban es el autor de Los cronistas aragoneses en la Edad
Moderna. Apuntes biobibliográficos, en la que se recogen, por vez primera,
las principales informaciones sobre los cronistas del Reino de Aragón, los de
su Corona y los cronistas “ad honorem”, aunque también se hace referencia a las
crónicas aragonesas anteriores a Jerónimo Zurita que fue el primer cronista
oficial. Entre ellos figuran Jerónimo de Blancas cuya familia procedía de
Gallur (el capítulo dedicado a él se ilustra con una foto de la casa familiar
en esa localidad y un retrato procedente de nuestro blog) y fray José Antonio
de Hebrera y Esmir, natural de Ambel. Nos ha sorprendido que al relacionar las
obras de Juan Francisco Andrés de Uztarroz, del que por cierto desvela como
novedad el nombre de su madre, no incluya la que llevaba por título Antigüedad
de la villa de Mallén, publicada en Zaragoza en 1641, razón por la cual lo
incluimos en nuestro Diccionario
Biográfico, en el que también aparece Julián Andrés de Uztarroz, prior de
la colegiata de Santa María de Borja, cuya relación con el cronista no hemos
podido establecer todavía. Este eclesiástico fue el famoso asesino, por celos,
del monje verolense fray Miguel de Cariñena.
El último de los libros reseñados hoy es Zaragoza 1564. El año de la peste en el
que el Prof. D. Francisco José Alfaro Pérez ofrece un documentado estudio de la
epidemia que asoló la capital aragonesa en ese año, ocasionando un número de
fallecimientos imposible de cuantificar. La peste ya había estado presente en el
valle del Ebro en 1524 y en nuestra comarca. Pero en 1564 vino desde Francia a
través de unos mercaderes, llegando a ocasionar unos 10.000 muertos. En la obra
se analiza la incidencia del brote epidémico en la ciudad, el dispositivo
asistencial creado con la actuación del Dr. Joan Thomas Porcell, cronista de
excepción de lo acaecido, y las consecuencias que tuvo.
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