lunes, 18 de noviembre de 2019

Sobre obras de arte robadas


         El pasado domingo 10 de noviembre Heraldo de Aragón publicó un artículo firmado por Elene Pérez Beriain en el que se afirmaba que Interpol busca 69 obras de arte robadas en Aragón en el último medio siglo.
         En esa relación de obras que forman parte de la base de datos creada por Interpol en 1995 no figura ninguna de nuestra zona, aunque aquí también se produjeron robos.



         Sin duda, el más famoso y que más atención suscitó en los medio de comunicación fue el de la Virgen del Capítulo de Trasobares, Patrona de esa localidad. El robo de la imagen, junto con un Crucifijo de marfil se produjo en la noche del 26 al 27 de marzo de 1975, siendo párroco de la localidad D. Pascual Tornos que también lo había sido de Borja.




Tuvieron que transcurrir 20 años para que la Virgen fuera descubierta en el castillo belga de Gabbeck, formando parte de la colección Van Snelleghem, que iba a ser subastada. Volvió a Trasobares dos años años después tras un dilatado contencioso y, actualmente, se venera de nuevo en la iglesia parroquial tras su restauración.



         La que no ha sido localizada es la imagen de la Virgen del Niño Perdido, Patrona de Tabuenca que, como informaba Heraldo de Aragón el miércoles 8 de enero de 1986, fue robada en la madrugada del 6 al 7 de ese mes. Era párroco en esos momentos D. Pablo Martínez, que también lo fue de Ainzón.



         Posteriormente, se realizó una réplica de la imagen que es la que actualmente se venera en la ermita que tiene dedicada a las afueras de la población, donde sigue concitando el cariño y la devoción de todos los habitantes del municipio.



         En Borja, los ladrones también actuaron en algunas de sus ermitas. El daño mayor fue ocasionado en la del Sepulcro donde fue robada la orla de madera tallada y dorada que rodeaba el espacio en el que se veneraba la imagen de Cristo yacente, así como algunos lienzos de menor valor.



         Fueron varios los robos en ese lugar por lo que, para proteger lo que había quedado, se tomó la decisión de retirar la imagen de Cristo, una obra de terracota de Gregorio de Mesa, de gran interés que ahora se exhibe en el Museo de la Colegiata.



         De ella se hizo un vaciado que es el que ahora se venera en la ermita a la que acuden los fieles en la tarde del Domingo de Pascua para la ceremonia de la Salve Galana con la que culmina la Semana Santa en Borja.




         De la Casa de la Estanca fue robada una imagen de Cristo Crucificado que tenía un valor simbólico, dado que ante ella se efectuaban los juramentos relacionados con la distribución de aguas.





         Otra ermita que fue víctima de la acción de los delincuentes fue la de Gañarul en Agón. Entre otras cosas fue robada la lauda sepulcral con tres escudos heráldicos que cubría una sepultura allí existente, previamente saqueada.
         Como en algún caso anterior el autor no procedía de remotas regiones, sino que residía en nuestra propia comarca. Se conoce su identidad e incluso el paradero de la lauda, por lo que siempre hemos defendido que, una vez restaurada la ermita, se debería intentar su recuperación.
         Estos son algunos ejemplos de pérdidas patrimoniales, aunque queremos recordar aquellas otras que se producen constantemente en el Patrimonio Arqueológico por la acción de los que, provistos de detectores de metales, saquean sistemáticamente unos yacimientos, causando daños irreparables en los mismos.

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