Durante
estos días se está procediendo a la instalación de una estructura metálica para
el apeo de las fachadas de la antigua Casa Parroquial de San Bartolomé. Esta
medida es imprescindible para el inicio de la siguiente actuación, consistente
en el desmontaje de todos los elementos interiores que quedan de la misma.
Se
da la circunstancia de que este importante edificio constaba de dos zonas bien
diferenciadas. La interior, con fachada a la calle de San Bartolomé, fue
edificada en el siglo XVI, mientras que la parte que da a la calle de Belén,
que es la que aparece en las fotografías superiores, es de época posterior. En
los estudios previos realizados, se ha constatado la existencia de un muro que,
por sus características, podría corresponder a la muralla de la ciudad, sobre
la que se apoyan ambas zonas. De confirmarse esta hipótesis estaríamos ante uno
de los descubrimientos más importantes de los últimos años, pues no han quedado
testimonios de la muralla construida tras la Reconquista.
Por
otra parte, tan pronto como finalicen las obras de limpieza comenzarán las
excavaciones arqueológicas. De entrada, en las catas previas ya se han
encontrado niveles de época romana. Por este motivo, el resultado de las
excavaciones condicionará la evolución de los trabajos.
En
relación con este edificio, algunas personas nos han preguntado sobre su
denominación correcta. El nombre con el que aparece en todos los estudios e
inventarios es el de “antigua casa parroquial de San Bartolomé”, ya que tuvo
ese uso hasta época contemporánea. Sin embargo, este edificio llegó a poder de
la parroquia como consecuencia de un legado y, por el momento, no conocemos la
familia que lo mandó construir en el siglo XVI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario