Ayer
se celebró el último día de las fiestas que Tabuenca ha dedicado a su patrona
la Virgen del Niño Perdido. Entre los actos programados destaca, en esta fecha,
la tradicional subasta de Palos, Hachas y Estandartes a beneficio de la
cofradía de la Virgen.
La
subasta se realiza en los soportales de la Casa Consistorial, un bello edificio
de fachada de ladrillo con una triple arquería en la que el número de sus vanos
se va doblando en altura. Los tres inferiores son arcos carpaneles que dan
acceso al porche. En la primera planta hay seis arcos de medio punto con
antepecho, mientras que en la última son doce los vano, también con arcos de
medio punto, aunque sin antepecho.
La
mesa estuvo presidida por la Alcaldesa de Tabuenca Dª María Ángeles Lanzán
Chueca, actuando como secretaria la de la Corporación municipal.
En
torno a la plaza se había congregado un numeroso público, dejando el amplio
espacio que se requiere, dada la singularidad de la subasta en la que los que
pretenden pujar se sitúan en la parte más alejada al lugar donde se encuentra
situada la mesa.
En
primer lugar, se subastan los palos de las andas de la Virgen. Fijado el tipo
de salida, se efectúan las posturas. Tras cada una de ellas, se invita a la
persona que la ha realizado a acercarse a la mesa para “tocar el ramo” que, en
la actualidad, es una campanilla. En el trayecto, cualquier persona puede
elevar el precio, siempre que se realice antes de que la anterior llegue a la
mesa. En este caso, debe volver a su lugar y el nuevo pujador inicia el
recorrido que será interrumpido tantas veces como se eleve el precio, lo que da
lugar a un pintoresco ir y venir a lo largo de la plaza.
Finalmente,
cuando alguno de ellos logra hacer sonar la campanilla, le es adjudicado el
palo. Este año, las cantidades alcanzadas fueron 150 Euros para el palo
anterior derecho; 100 para el palo posterior derecho; 110 para el palo anterior
izquierdo que fue el que más pasión suscitó, mientras que el palo posterior
izquierdo fue adjudicado por 35 Euros ya que hubo una sola puja.
El
pendón alcanzó los 50 Euros, mientras que por las cuatro hachas se lograron
entre 25 y 50 Euros. En la fotografía aparecen las cuatro personas que lograron
hacerse con ellas.
Todos
ellos participaron ya en la procesión de retorno de la Virgen hasta la ermita
en que se venera habitualmente y desempeñarán sus cometidos hasta la subasta
del año próximo.
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