El
domingo día 22 se clausuró la exposición que sobre el ferrocarril de Cortes a
Borja ha permanecido abierta en la Casa de Aguilar durante cuatro semanas. Durante
este tiempo ha sido visitada por un total de 1.258 personas, entre las cuales
hay que contabilizar a 523 alumnos de los distintos centros docentes de nuestra
ciudad.
Han
sido muchas las personas que han cedido objetos y recuerdos para la exposición
y algunas de ellas, como Dª Charo Castellot, los han donado definitivamente al
Centro. Entre esos recuerdos figuran algunas reseñas periodísticas o esta
viñeta aparecida en el diario Amanecer
en septiembre de 1948. En ella aparece el autovía conocido como “morrotocino”.
Asomados a las ventanillas dialogan un padre y su hijo: “Padre…¡amos a bajar a
comer uva!” “Espera Luisico, que están verdes. ¡Cuando lleguemos a Bureta qui’habrán
madurao…!”. Faltaban unos años para la desaparición del ferrocarril, pero la
percepción sobre su extraordinaria lentitud ya era patente.
En
esta donación se incluye también documentación relacionada con el transporte de
mercancías como esa etiqueta específica del ferrocarril o el talón resguardo
que reproducimos de un envío de bacalao efectuado desde Zaragoza a Ainzón, a
través de Cortes.
Hay
también órdenes internas de la compañía como esta de mayo de 1954, comunicando
a los jefes de estación y agentes afectados el incremento del precio los
billetes y de la facturación de mercancías en unos porcentajes llamativamente
altos, el 20 y el 25 % respectivamente.
Si
a ello añadimos otros pequeños recuerdos como sobres o guías para circulación
de azucares, el conjunto constituye una interesante aportación a la
documentación conservada en nuestro archivo sobre nuestro tren.
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