Alzar
los “mayos” era una tradición de muchas de nuestras localidades que, sin
embargo, fue desapareciendo progresivamente. No ocurrió así en Maleján, donde
se mantiene viva y con fuerza habiendo llegado a convertirse en uno de los
acontecimientos más importantes de la vida de la localidad en el transcurso del
año.
Se
trata de un acto en el que participa toda la población, como lo demuestran
estas fotografías que hemos recibido a través de Dª. Eva Frago Corao y que
comienza con el corte de un gran chopo, en las orillas del Huecha, que tras ser
acondicionado es transportado a hombros hasta la plaza de la Iglesia.
No es
una maniobra sencilla, debido a las dimensiones del árbol y a las dificultades
que entraña el conducirlo por las estrechas calles del municipio. Pero lo
verdaderamente llamativo es el entusiasmo de las muchas personas que
contribuyen a que el “mayo” llegue a su lugar. Hombres, mujeres y también los
niños (llevando estos la copa que se unirá a su extremo superior) colaboran en
esa tarea.
Una
vez en la plaza, se procede a levantarlo con la ayuda de largas maromas,
afianzándolo después con cuñas, llevando colgado de su copa un saco de nueces.
Finalizado
el trabajo el mayo se levanta airoso, una vez más, frente a la espadaña de la
iglesia parroquial, entre la satisfacción de todos los que han contribuido a la
pervivencia de esta hermosa tradición, documentada en otros lugares de nuestra
zona, pero donde sólo hemos comprobado que persiste en Añón y, en algunas
ocasiones, en Purujosa.
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