Volvemos hoy a la plaza de España, donde, en 1927, abrió sus puertas el primer bar de la plaza, el “Bar Sánchez”, junto al local donde, anteriormente, estaba el café de Zaro. Respondía ya al concepto de bar americano, ofreciendo vinos, licores y refrescos “por exóticos que sean” en sus mostradores de mármol.
Pero seguía estando presente el antiguo estilo de café, al que hace referencia en este encarte publicitario del mismo año de su apertura, al señalar que “no hay boda distinguida, bautizo rumboso o banquete de importancia” que no se celebren en sus “Salones-Café”.
A comienzos de 1936, D. Eusebio
Sánchez, su propietario, construyó un nuevo bar en la carretera de Gallur a
Ágreda que, posteriormente, dotó de una pista de baile, pasando a denominarse
“La Pista”. A esos establecimientos unió el Cine Cervantes, “inaugurado en los
años 40” que anunciaba como “el peor del mundo”, al igual que el bar, también
publicitado como “donde peor se sirve del mundo”. Afortunadamente, en la “Pista
Sánchez” era “donde mejor se baila”. Con esta campaña tan singular no es de
extrañar que el cine pasara pronto a otras manos.
Mantuvo el bar de la plaza de
España, en el que había un “servicio permanente de taxis”, entre ellos una
“rubia para excursiones” que, contra lo que pudieran pensar los más jóvenes no
era una joven de compañía, sino un tipo de coche, de más capacidad, al que se
le daba esa denominación porque, originalmente, tenían la carrocería de madera
barnizada.
Donde estuvo el
café de Zaro, se abrió el Café Bar Gimeno que, durante un corto período, fue
regentado por D. José Romanos, el fundador de “El Volante”, aunque después pasó
a llamarse “Bar España”. Este bar fue escenario de un crimen cometido en 1942,
como consecuencia de una reyerta entre tratantes de ganado que se había
iniciado en Tudela. El agresor tenía permiso para portar armas, lo que viene a
demostrar el peligro que entraña el uso indiscriminado de las mismas.
Más tarde, se
hizo cargo del establecimiento D. Pedro Corellano, que fue otra figura
relevante en la hostelería de la plaza, a la que haremos referencia otro día.





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