Hace unos días publicamos un artículo destacando el interés arquitectónico de este palacio situado en la calle General Mendívil de Ainzón. Ahora, D. Severino de Llanza nos ha relatado la historia del edificio que no es menos importante.
Fue mandado construir, en la primera mitad del siglo XVII por D. Pedro Ximénez y Fernández, un médico que, procedente de Cascante, se instaló en Ainzón. Su hijo, Diego Ximénez Carbonell, casado con Josefa Ruberte, tuvo diez hijos.
Uno de ellos
fue fray José Alberto Ximénez, que llegó a ser General de la Orden del Carmen y
trajo a Ainzón el cuerpo de San Severino, así como obras de Arte de gran
interés. Hubo otros dos hermanos sacerdotes: Diego, arcediano de Daroca, y Pedro,
beneficiado.
En la casa le
sucedió su hijo Rudesindo que casó con Teresa Ximénez, con la que tuvo una
hija, Juana, que contrajo matrimonio con D. Vicente del Campo y Nasarre.
Vicente del
Campo (1767-1829) era oriundo de La Almunia de Doña Godina y Magistrado de la
Reales Audiencias de Aragón y Valencia. Se destacó en los Sitios de Zaragoza,
siendo considerado uno de sus héroes. Tras la jura de la Constitución en 1813,
fue el primer Alcalde de Zaragoza en ser elegido democráticamente. Fue autor de
una memoria sobre el monasterio de Santa Engracia, su destrucción y el rescate
de sus reliquias. Murió, víctima del cólera en Valencia, siendo magistrado de
su Real Audiencia.
Los del Campo
eran una familia de infanzones de La Almunia de Doña Godina, localidad en la
que estaban establecidos antes del siglo XVI. El linaje ha sido estudiado por D.
Manuel Monreal Casamayor.
Un hijo de D.
Vicente del Campo y Nasarre fue D. Esteban del Campo y Ximénez que contrajo
matrimonio con Dª. Josefa Roa y Amatria. Fue quien mató la famosa loba, episodio
que comentaremos en otro artículo, mandándola disecar. La colocó en la escalera
del palacio, que, por esa razón, era conocido en Ainzón como la “Casa de la loba”.
El animal aún se conserva, en deficiente estado, en la Torre de Campo.
El matrimonio
no tuvo hijos varones y su hija Agustina, casó con Florencio del Campo y Almudévar
el 22 de septiembre de 1842. El esposo era hijo del tío abuelo de Agustina, D.
José del Campo y Nasarre y, por lo tanto, tío de la esposa. Gracias a este
enlace pudo mantenerse el apellido del linaje. Fue ferviente defensor de la
causa carlista.
Su hijo D. José
María del Campo y del Campo (1847-1913), nacido en Ainzón en 1847 casó con Dª. Catalina
Armijo y Armiñán, nacida en Madrid en 1873, donde su padre era comandante de la
Guardia Real.
D. José María
era abogado, Caballero de Honor y Devoción de la S.O.M. de Malta y, en Ainzón,
ejerció como Administrador General del duque de Solferino, D. Manuel María de
Llanza.
La casa de Ainzón,
a la que estamos haciendo referencia, pasó a uno de sus hijos D. Antonio del
Campo Armijo, que era médico. Durante la Guerra Civil fue Capitán Médico y, al
término de la contienda ejerció en Autol y fue Director del Hospital de Deusto.
Contrajo matrimonio con Dª.
Manolita Polo Martínez-Conde, nacida en Zaragoza el 25 de junio de 1896, aunque
con pocos meses de edad se trasladó a Santander, de donde era natural su madre,
por lo que se consideraba cántabra.
Fue una destacada escritora, que
con 15 años había publicado su primera obra, después de casarse continuó con su
actividad literaria en Zaragoza, colaborando en revistas y en los periódicos
locales, El Noticiero, Heraldo de Aragón y Hoja del Lunes.
Finalista del Premio Ateneo de Valladolid, en 1970.
D. Antonio del Campo fue también un
gran aficionado a la Música y a los toros. Acudía todos los años a Ainzón, para
disfrutar de sus vacaciones en la finca que la familia poseía en esa localidad,
la “torre de Campo” (hoy convertida en casa rural). Estaba en posesión de
numerosas condecoraciones nacionales y extranjeras, entre ellas la de Caballero
de la Corona de S. M. el Rey de Italia. Falleció en Zaragoza el 1de octubre de
1956, cuando acababa de regresar de Ainzón.
Tuvieron dos hijos. Uno de ellos
fue la también escritora Marisa del Campo, a la que hemos hecho referencia en
este blog en varias ocasiones. Fue ella la que puso en venta la casa familiar
de Ainzón, desvinculándola del linaje.
Esta es la historia de tan
importante edificio que hemos pedido reconstruir merced a los datos proporcionados
por Severino de Llanza, el estudio de Manuel Monreal y los ya publicados en
este blog.













No hay comentarios:
Publicar un comentario