Estuvimos ayer en la salida de los cabezudos, acompañado por un grupo de visitantes que nunca habían presenciado un espectáculo similar. Les impresionó vivamente la extraordinaria acogida que tuvo, en cuanto al número de personas que acompañaban el desfile en el que, en esta ocasión, no participaban los gigantes.
Les hizo gracia
el grupo de “pilluelos” (apelativo que utilizaban) que corrían por delante, a
considerable distancia. “No son muy valientes” pensaban, pero uno que quedó
rezagado, a la izquierda de esta imagen, fue golpeado por quien nunca se hubieran
imaginado, tras leer la Sagrada Escritura.
Tras los cabezudos
históricos, el Berrugón y la Morica, marchaba la charanga “El Carajillo” que
animó todo el recorrido.
Y, a continuación,
los danzantes (con sus camisetas "de paisano"), que iban lanzando caramelos a niños y
mayores, en cantidades muy considerables.
Y cerrando la
comitiva, una multitud que les impresionó vivamente. Parece no tener fin, nos
decían. Y es curioso que sigan detrás, cuando no pueden ver a los cabezudos,
aunque escuchan el sonido de la charanga. “Realmente increíble” y es que la
salida de los cabezudos y, por supuesto, de la comparsa completa de Gigantes y
Cabezudos, con el acompañamiento de la Agrupación Musical Borjana, constituye,
sin duda, uno de los mejores espectáculos de nuestras celebraciones festivas.










No hay comentarios:
Publicar un comentario