Hace dos días, recordamos que, el 12 de agosto del próximo año, se podrá contemplar en Borja un eclipse total del Sol y, al mismo tiempo, dimos noticia de lo acaecido en 1860, cuando con ocasión de un acontecimiento astronómico similar, el Moncayo de convirtió en uno de los puntos de observación del mismo, en el que se dieron cita científicos españoles y franceses.
A raíz
de la publicación, por vez primera, de ese artículo, D. Javier Bona incluyó un
interesante comentario en el que daba cuenta de que el “arqueólogo literario”
D. Manuel Palencia había estado en el monasterio de Veruela buscando huellas
del paso de Bécquer. El poeta era aficionado a dejar grafitos en las paredes y
alguno de ellos ha encontrado en Toledo. En Veruela no tuvo suerte, pero sí
localizó un sorprendente testimonio del eclipse de 1860.
En un
lugar que no nos especificó, pero los guías que le acompañaron conocen, se
conserva un grafito que, según su transcripción, dice: "EXPEDICIÓN/A
MONCAYO/ EN EL ECLIPSE/DE 1860/ MA/ OM/ PM/ G/ A/ JM/ CB/ RB /JV/ OO/ JV/ J/ JK".
Lógicamente,
las iniciales del final deberían corresponder a los integrantes de la
expedición, aunque no nos imaginamos a tan relevantes científicos pintando en
las paredes del monasterio, entonces abandonado. Pero, como conocemos sus
nombres, no hemos logrado encontrar correlación con dichas iniciales.
Merecería
la pena estudiarlo con más detenimiento y, para los interesados, reproducimos
los nombres de los miembros de la expedición: Eduardo Novella Contreras; Tomás
Ariño; Manuel Sáenz Diaz; Valero Causada Labastida; Constantino Ardanaz
Undabarrena; Celestino Olózaga; Jean Chacornac; León Foucaut; Nicolás Auguste
Tissot; Urbain Le Verrier; Karl Chistian Bruhns; Emile Etienne Alfred Gautier y
Mr. Auerbach, cuyos cargos reseñábamos en el artículo anterior.



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