La comunidad de religiosas clarisas de Borja celebró ayer la gran fiesta de su fundadora con una solemne Eucaristía, presidida por D. César Augusto Gómez García, Párroco de Illueca, con quien concelebraron el Párroco de Ricla D. Hilario Herrer Baeyens y el de Borja D. José María Sánchez Becerril.
Con ellos lo hicieron también otros sacerdotes, procedentes
de diversos arciprestazgos y del otro lado del Atlántico. Entre ellos se
encontraban D. José Miguel Pallás Aragón, ya muy recuperado, y el confesor de
la comunidad D. Antonio Latorre Mainar.
Muchas personas,
entre las que se encontraban varios miembros de la corporación municipal,
acompañaron a las religiosas en esta celebración.
Efectuaron las
ofrendas un simpático grupo de niñas que, junto al pan y el vino para
consagrar, portaban, las reglas de la Orden, incienso, un grupo terráqueo y
ramos de flores, entre otras cosas.
Al terminar la
celebración, se ofreció a la veneración de los fieles una reliquia de Santa
Clara, mientras se les repartían los tradicionales y simbólicos panecillos,
junto con un recordatorio.
Junto al
retablo de Santa Clara, aquella hermosa “plantita de San Francisco”, se
encontraban otras plantitas en maceta, dedicadas por las religiosas, a todas
aquellas personas que llevan el nombre de Clara.
Una mañana
feliz que finalizó con la comida que la comunidad ofreció a todos los
sacerdotes que habían concelebrado.
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