Como dijimos, en un artículo anterior, queremos recordar a antiguos bares de nuestra ciudad, a partir de la información que nos ofrecen los programas de fiestas. Pero, antes, traemos de nuevo al blog el que dedicamos a los que hubo en torno a la plaza de España, que aparece en esta imagen con la Casa Consistorial, aún pintada con la decoración que lucía a finales del siglo XIX, pero con el reloj ya instalado, cosa que ocurrió en 1913, lo que nos ayuda a datar la foto.
Pero, ampliando la imagen anterior, a la izquierda de la misma, puede verse el rótulo del “Café de Zaro”, porque lo había fundado D. Blas Zaro Aznar, el abuelo de la cineasta Natividad Zaro Casanova.
D. Blas Zaro fue retratado, en 1887, por D. Baltasar González
en 1887, al igual que su esposa Dª. Vicenta Meneses Foncillas. Pero, en el
momento en que fue realizada la fotografía estaba al frente del café su hijo D.
Juan Zaro Meneses, padre de Natividad.
De hecho, en el Anuario del
Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración de España,
correspondiente al año 1904, entre los datos correspondientes a nuestra ciudad,
figuran cuatro cafés: el de Antonio Benito, el de Gregorio Cardona, el de
Francisco Pérez y el de Juan Zaro.
El café de D. Antonio Benito estaba
situado en la primera planta del edificio que existía en el lugar en el que
ahora se levanta el que ocupa la sucursal de la Caixa, mientras que el de D.
Gregorio Cardona se encontraba en los porches de la plaza del Mercado, en el
local que, más tarde, ocupó el obrador de la pastelería de D. Andrés Rubio y,
ahora, el Juzgado de Paz, en la Casa de Cultura.
Del que no tenemos noticias, por el
momento, es del de D. Francisco Pérez, cuya vida debió ser efímera.
Prueba de ello es que, en la
Guía General de Aragón, Navarra, Soria y Logroño, editada en Huesca en
1924, se reseñan tres cafés. El de Zaro, que era regentado en esos momentos por
Dª. Felisa Zaro, dado que el padre de Natividad había aprobado las oposiciones
al Cuerpo de Correos y ocupaba plaza en algún lugar que no era Borja, pues aquí
el Administrador era D. León Corella.
El nombre de
D. Andrés Ruete está asociado al “Café Independiente” que tampoco tuvo una
larga vida pues su propietario pasó a atender las instalaciones del Casino
Conservador en la actual plaza de España.
Finalmente, el
supuesto café de “Calahorra y Compañía” era en realidad un cabaret que
inicialmente estaba ubicado al comienzo de la calle de San Francisco, aunque
los clientes podían entrar o salir, con más disimulo, por la calle Trinquete.
Pero al tratarse de un emplazamiento demasiado céntrico para un local de esas
características, sus propietarios los Sres. Calahorra y Zarza decidieron
trasladarlo a una finca de la carretera de Ainzón. Allí adoptó el nombre de
“Las tres carabelas”, aunque según relataba Francisco Domínguez era
popularmente conocido como “el cabaret detrás de las habas” ya que para iniciar
las obras hubo que esperar a que se recogieran esas leguminosas que allí se
cultivaban.





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