Hace dos días, a plena luz del día, pues fue por la mañana, hubo alguien que golpeó repetidamente el cristal del “escaparate” en el que se colocan los anuncios en la plaza de Santa María. Sorprendentemente, el cristal resistió la agresión, lo que demuestra que es de buena calidad y, por lo tanto, más caro de reponer.
¿Qué sentido
tiene que haya alguien que golpee varias veces un elemento donde sólo se
exponen carteles y anuncios? No fue un único golpe, fueron varios, como
demuestra la imagen. Pensamos que sólo puede deberse a un trastorno mental,
propio de elementos antisociales, aunque también cabe pensar que es pura maldad
la que anida en la mente de esos personajes y todo ello sin que existan
mecanismos eficaces para impedir esos comportamientos o sancionarlos cuando se
llevan a cabo.


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