viernes, 29 de agosto de 2025

San Bartolomé a través de la cámara de Enrique Lacleta (II). Aurora y Rosario

 

         A las seis de la mañana del día de San Bartolomé, un nutrido grupo de cofrades se reunió a las puertas de la Casa Consistorial para iniciar el canto de la Aurora, con el que dan comienzo los actos programados para este gran día.

 

         Precedidos por dos cofrades que portan un farol y una campanilla, que suena sin parar, la comitiva recorre las calles de la ciudad, deteniéndose en los puntos en los que, habitualmente, se cantan las auroras.

 




         Son éstos las principales plazas de la ciudad, pero también otros lugares que son recorridos mientras la luz va haciendo acto de presencia y aumenta el número de participantes.

 




         Tras cantar la Aurora en casa de los mayordomos, fueron hasta el pilar de San Bartolomé, que se encuentra en la Cubilla, una costumbre instaurada hace unos años, antes de regresar a la iglesia, donde se entonó el canto por última vez.

 




         De allí partió, inmediatamente después, el Rosario de la Aurora, presidido por el párroco D. José María Sánchez Becerril.

 


         Después, fueron bendecidos los roscones que se ofrecieron a los cofrades y se sirvieron en el desayuno que la cofradía facilitó a todos los asistentes, en la Casa de Aguilar, como ya comentamos en su momento.


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