Heraldo de Aragón dedicó la contraportada de su edición de ayer a Javier Bona, que era entrevistado por Mariano García en Calatayud, localidad en la que reside felizmente en la actualidad.
En ella recordaba su nacimiento en el hospital de Borja, ciudad en la que transcurrieron sus primeros años, y su vinculación familiar con Maleján, así como con Tarazona, donde vivió mucho tiempo, desarrollando una intensa actividad, de la que conserva recuerdos muy buenos y no tan buenos.
Como ya
habíamos comentado en este blog, Javier ha retomado su pasión por la escritura,
publicando varias obras en las que dedica especial atención al legado judío,
del que ha sido un acendrado defensor.
Recordamos el
interés que tuvo en el pasado para recuperar la judería de Borja y los
proyectos que forjó en torno a la misma. Lamentablemente, todo quedó en el
olvido y nuestra ciudad ni tan siquiera está incluida en la red de juderías
españolas, ni han sido atendidas nuestras propuestas de estudiar en profundidad
la zona en la que estuvo asentada la judería borjana, la cual podría depararnos
grandes sorpresas, como ocurrió, en su momento, con la inscripción que se
exhibe en el Museo Arqueológico, declara “Bien Inventariado del Patrimonio
Cultural Aragonés”.
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